Migración a nueva factura ha sido compleja para Pymes

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Desde el primero de enero de 2018 entró en vigor el nuevo esquema de facturación de la versión 3.3 del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), sin embargo, la migración de la versión anterior a la vigente ha sido compleja, al grado que hay empresas que han dejado de facturar por lo difícil que ha sido la adopción de la nueva versión, sostuvo la firma de contaduría Buzón E.

“El tránsito hacia las nuevas disposiciones ha sido muy complicado y difícil. El cambio a la nueva versión tiene importantes implicaciones tecnológicas, que significan modificar sistemas y adaptarse a los nuevos requerimientos”, indicó Salvador Gómez, director general de Buzón E.

Durante la presentación de la estrategia fiscal que ofertan a sus clientes como un Proveedor Autorizado de Certificación por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), dijo que hay micro y pequeñas empresas con menos de 10 empleados que se las complicado aún más la transición, aunque están ingresadas en eficientar sus procesos con tecnología.

Guillermo Álvarez, gerente de Sistemas de Buzón E, dijo que uno de los cambios más importantes en la nueva factura electrónica versión 3.3 es la incorporación del Complemento de recepción de pagos o Recibo electrónico de pagos, que va a permitir al SAT identificar facturas que hayan sido pagadas total o parcialmente.

Recordó que este complemento entrará en vigor el próximo 1 de septiembre del 2018 después de que se ha aplazado su entrada en vigor al menos dos ocasiones, sin embargo, “lo que estamos viendo con la pequeña y mediana empresa es que no han hecho los ajustes en sus sistemas, a diferencia de las grandes empresas que desde 2017 hicieron inversiones en tecnología”.

Los expertos señalaron que la omisión de las nuevas disposiciones de la factura versión 3.3 puede poner en riesgo la viabilidad de las empresas y de las personas físicas, debido a que la no emisión de facturas se castiga con multas fijadas en el Código Fiscal, que ascienden hasta los 80 mil pesos.

“Cualquier contribuyente que no cumpla con las disposiciones del SAT, está sujeto a fuertes multas, además, no poder emitir facturas o no tener los procesos estandarizados y alineados a la nueva tributación digital, les resta competitividad y eficiencia”, mencionaron.

Información de El Financiero

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