Aquí Laguna

    Por Olga Quirarte Ramírez

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    De buenas intenciones, está empedrado el infierno! .Dicen que dice de esto “el pueblo bueno” Y en verdad que hay consenso entre los mexicanos de la singular medida tomada por Andrés Manuel López Obrador al arrancar éste complejo 2019, al dedicar su tiempo, afanes y esfuerzos al combate al huachicoleo -similar, toda proporción guardada-, a la implementada en su momento allá por el 2016, por Feipe Calderón Hinojosa y su guerra contra el narcotráfico, cuyos efectos no solo los directos, sino también o los indirectos todos, resultó pagando y paga aun, de nueva cuenta “el pueblo bueno”. El dicen eso de esta singular medida, que se desplaza a que se haya iniciado sin que por las apariencias e impactos, haya habido planeación alguna, estrategia pues y mas aun, sin la debida y puntual información a la población y al resto de los ámbitos de gobierno, de como se iba a aplicar, dado que afectaría a el insumo fundamental -gasolinas-, para la movilizaciones de personas, bienes y servicios a lo largo y ancho del país, por mas y que por ahora, los efectos se localicen en la capital, en el Bajío, la región centro de país y alcanza ya a importantes zonas del norte de México, a grado tal de que si en tres o cuatro días no se sale del atolladero, se impondría la necesidad de iniciar su racionamiento.

    Así esta la situación, que abona de argumentos a críticos y detractores del Peje y solo a él, que parece que solo con su “me canso ganso” basta para eliminar de la escena al resto del gabinete corresponsable del tema, se encuentra mas que desvanecido, desaparecido, percibiéndose arrinconados por la magnitud y profundidad de las consecuencias que les trajo, cual regalo de reyes, la decisión presidencial, que repito, no se le cuestiona el objetivo que la anima, sino la ruta por él seleccionada para alcanzarla. Obvio, nadie en su sano juicio quiere que a AMLO le vaya mal, en esta y otras medidas que estén por venir, porque obvio es también, que nos irá mal a todos los mexicanos.

    Decía el pasado sábado, desde por acá en Torreón el Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis, haber desconocido cualquiera información previa a la decisión presidencial contra el huachicoleo, si bien las consecuencias que se registran de tal medida, debe enfrentarla, pues los impactos se registran sobre el territorio que gobierna, así como entre sus gobernados, de ahí que haya ofrecido el apoyo requerido al gobierno federal en el cuidado y salvaguarda del ducto de Pemex que tienen que ver con el abasto de gasolinas a Coahuila y que tiene su origen en Tamaulipas y se conduce por Cadereyta, Nuevo León Pero hasta ese momento, no tenía respuesta de parte del Director de la paraestatal en apuros.

    Y en la Laguna, no pasó desapercibida, la estrategia que desde Saltillo se aplicó de lleno la semana que concluye, al cerrar pinza, abierta con la designación del Profesor Samuel Rodríguez Martínez como titular de la Oficina de Atención y Representante del Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis, con el arribo del ex alcalde de Torreón, Eduardo Olmos Castro, a la dirigencia del Comité Municipal del Partido Revolucionario Instittucional, que ya lo es de facto, toda vez que la convocatoria de renovación para suplir en tal cargo a Hugo Dávila se cerró, sin que hubiera alguien mas a contender por ello, con todo y que con anterioridad Enrique Sarmiento lo hubiera expresado, con lo que se han colocado las piezas sobre las que habrá de fincarse las estrategias y las acciones que corresponda al desafío que impone los nuevos tiempos de cambio que corren a lo largo y ancho del país, legítimos estos, pero también legítima la decisión de retener espacios políticos en un escenario de cerrada competencia, pues ni el PRI, pero tampoco el PAN, por no mencionar al resto de los partidos satélites de estos, con todo y sus registros nacionales y mas aun los de MORENA, que con todo y el haber ganado la Presidencia de la República, carece de la aun estructuración, de la vertebración, de la institucionalidad, indispensable para partido político, pues a la fecha y según se ve, no ha logrado rebasar la transformación de su de movimiento, sujeto al carisma de un caudillo a un partido clásico.
    Diremos que entre los tricolores el arribo de Olmos Castro resultó bien recibido, el tiempo que el ex alcalde de Torreón se mantuvo el virtual ostracismo, con todo y que fue cubierto por anterior administración, ha servido para que los juicios que se emiten desde la flaca memoria de los torreonenses sean mas que mesurados, de reconocimiento incluso a su paso por la administración municipal, durante el período que registró la violencia criminal mas grave que se haya conocido régimen municipal alguno en la etapa contemporánea y sobre todo, que como dice el refrán “malos vendrán que bueno, te harán”.

    Por lo pronto deberá atajar desde su arribo a la representación tricolor, deberá atender las inconformidades que venia presentando, de manera nada discreta en contra su dirigencia el profesor Mario Cepeda y otros mas arrimados por su arribo, detener las incursiones entre las filas de las siempre aguerridas lideresas priistas por parte de un grupo de mujeres que cumplían funciones similares a las de estas, pero en las filas del PAN, en contra de la hoy funcionaria estatal, la ex regidora panista Veronica Guadalupe Soto, a quien dicen, se le prepara una manifestación en contra, que pudiera extenderse sobre otros ex blanquiazules que han transitado al PRI, pero que andan por las ramas, sin haber definido ahora militancia alguna lo que irrita a tricolores.

    Olmos Castro deberá trabajar también para fortalecer la unidad entre las filas del partido a su cargo, sino también sus fortalezas ideológicas -si aun las hay-, o bien, revitalizarlas, con las activididades propias, por ejemplo, de la Fundación Colosio, ahora a cargo de Félix Pérez Murillo, además de atraer de nueva cuenta al redil, sin simulación alguna a otras dirigencias de mayor rango, como es el caso de la ex regidora Maria Castro, entre otras, frenar fisura alguna al interior de la bancada tricolor en el Ayuntamiento y consolidar su fuerza, exigir definiciones y marcar color entre los siempre elusivos !dirigentes empresariales “y otros “grupos de apoyo”, como son los que emerrgen la universidad pública. Trabajo pues, no habrá de falta.
    Y ahí, pian pianito, sumar, sumar y sumar consolidando la poca o mucha fuerza que le reste a los tricolores por estas tierras, las de origen del Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis.

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