Llegó Mateu, llegó Salah, y la semana negra de Guardiola en el Manchester City terminó por completarse. Con los suyos plasmando una primera parte arrolladora que hacía pensar que la remontada era posible, Mateu Lahoz se interpuso una vez más en el camino del catalán para anular erróneamente un tanto de Leroy Sané al borde del descanso que habría dado alas a los locales y que sin embargo terminó suponiendo la expulsión del entrenador español. En la segunda parte, un tanto de Salah y otro de Firmino terminaron matando las esperanzas de los locales y confirmando el retorno de los reds a unas semifinales de la Champions 10 años después (1-2).
Eso sí, comenzó el partido y con el silbato de Mateu nació la tormenta perfecta del Manchester City. Los citizens salieron a morder, a comerse al rival ante su público, y los nervios de los inexpertos reds se hicieron notar desde el primer momento. Ni siquiera el hecho de que Virgil Van Dijk sea uno de los mejores centrales de la actualidad ni el haber sido el defensa más caro de la historia impidieron que la falta de experiencia le jugase una mala pasada. Salió de su posición hasta la banda, mal, intentó meter un balón hacia el centro casi sin mirar, mal, y la jugada terminó en un fantástico pase de Fernandinho al espacio, la cesión de Sterling y la finalización de Gabriel Jesús.
Ni dos minutos tardaron los de Pep en hacer valer su experiencia y el factor campo ante los de Jürgen Klopp, que apenas olieron pelota durante la primera mitad y que tardaron 40 minutos en hacer su primer tiro a puerta. No así los locales, que dominaron la posesión, estrellaron un balón en el palo por medio de un potente zurdazo de Bernardo Silva y vieron cómo uno de los linieres de Mateu les arrebataba un gol legal en el minuto 42.
Dos jugadas claves
Precisamente la jugada nació de las botas del portugués, que colgó un balón al área provocando una muy mala salida de Karius, el balón rebotó en Milner y Leroy Sané terminó embocando el que podría haber supuesto un segundo gol que habría metido de lleno a su equipo en la eliminatoria. La anulación del tanto sacó completamente de sus casillas a un Pep Guardiola que aprovechó el momento en el que el valenciano mandó a ambos equipos al túnel de vestuarios para protestar airadamente la decisión. Las imágenes mostraron la versión más fuera de sí del técnico catalán, que terminó siendo expulsado por Lahoz.
La decisión dejó muy tocados a los citizens, que llegaron a la segunda parte mostrando una evidente sensación de frustración en cada una de sus acciones. Esa falta de concentración terminó plasmándose en un contraataque fulgurantede los reds perpetrado por Sadio Mané y Mohammed Salah para que el egipcio terminase sentenciando la eliminatoria. El extremo, que fue el que comenzó la sangría de la ida, celebró el tanto con la grada al más puro estilo Messi y a cambio recibió una bengala celeste que por suerte no llegó a impactar en ningún jugador. Ya en los minutos finales, con los jugadores del Manchester City prácticamente rendidos, Firmino marcó el segundo que confirmó la victoria de los de Liverpool en los dos partidos de la eliminatoria.
Con información de El Mundo
