Esto no representa integralmente la epidemia sino que se seleccionan una serie de indicadores que directamente orientan sobre su intensidad, la capacidad de respuesta a la misma y la estimación del riesgo de reducir o incrementar la actividad de la epidemia en el nivel local durante el proceso de reapertura de la economía formal e informal, así como de las actividades sociales, revelan los lineamientos federales.
En el estado hay un indicador con riesgo alto, que es la Tasa de incidencia de casos estimados activos por 100 mil habitantes, mientras que con riesgo moderado se ubican el Porcentaje de camas generales IRAG, el Porcentaje Semanal de positividad al virus SARS-CoV-2 y la Tendencia de casos hospitalizados por 100 mil habitantes. En la evaluación por regiones hay tres con semáforo amarillo, que son La Laguna, Desierto y Carbonífera, mientras que en verde se ubican la Norte y la Sureste.
En todo el estado, el reporte de hospitalizaciones del 24 de noviembre fue de 167 pacientes con sospecha y confirmación de COVID-19, lo que equivale a una ocupación hospitalaria del 11.42 por ciento considerando que se cuenta con mil 462 camas censables en hospitales públicos y privados para atender la emergencia sanitaria. De esa cifra de internamientos, hasta ayer había 24 personas utilizando un ventilador mecánico como soporte respiratorio.
Cabe hacer mención de que el semáforo de riesgo epidémico puede cambiar constantemente conforme al comportamiento de la pandemia por el COVID-19. Este representa tres aspectos del acontecer epidémico, que son la transmisión entre personas y propagación territorial, la capacidad de respuesta y las consecuencias de la epidemia sobre la salud y la vida.
Con información de El Siglo de Torreón
