Moreno, elogio al clan

    Por Gerardo Hernández González

    0
    867
    El PRI vuelve a tener, en el peor momento, el líder más anodino. Alejandro Moreno desempeña hoy el papel de hombre de paja representado ayer por Enrique Ochoa. El verdadero jefe del PRI es el expresidente Carlos Salinas de Gortari y sus secuaces —entre ellos Peña Nieto—, quienes secuestraron las siglas de un partido otrora popular para vaciarlas de contenido y preservar los privilegios e intereses de una secta. En la gira del 15 y 16 de abril de Moreno por Saltillo y Torreón, para apoyar a los candidatos a alcaldes y diputados federales, Coahuila pagó 20.5 millones de pesos del «moreirazo».
    Denunciado en 2019 por el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz (PRI), por discrepancias superiores a los 103 millones de pesos en su declaración 3de3, Moreno habló de democracia, respeto a la militancia y «buenos gobiernos» en un estado con la mayor deuda per cápita después de Ciudad de México. Al tercer trimestre del año pasado, Coahuila debía 36 mil 900 millones de pesos, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados. Monto casi equivalente a los intereses pagados en los 11 últimos años.
    Para un «pueblo inteligente», como dijo de los coahuilenses el líder del PRI, su
    elogio al diputado Álvaro Moreira, el benjamín del clan responsable del endeudamiento, es un insulto. En Torreón el halago fue para Shamir Fernández, candidato a diputado federal, uno de los legisladores del «moreirato» a quienes se debe la legalización de la deuda espuria. Moreno sigue los pasos de Humberto Moreira: renunció al gobierno de Campeche para ocupar la presidencia del PRI. Moreno se quiso curar en salud: «Sí, efectivamente, los ciudadanos que están allá afuera están hartos de la corrupción, están hartos de la impunidad». Para lavarse la cara utilizó al presidente Andrés Manuel López Obrador como cabeza de turco —sin citarlo, para no llamar la atención de la Fiscalía General de la República que lo investiga por la denuncia de Ruiz—: «Pero (los ciudadanos) están más hartos de los políticos que prometen y no cumplen». ¿Mejor corruptos impunes que
    «transformadores» incompetentes?
    Según Moreno, en su partido «no hay priistas de primera ni priistas de segunda».
    Entonces, por qué los mejores lugares en las listas de candidatos a diputados
    plurinominales se reservaron para él; para la secretaria general, Carolina Viggiano,
    para su esposo Rubén Moreira y para otros familiares y miembros de la élite priista.
    Moreno se jacta de haber escalado todos los peldaños hasta ser gobernador y jerarca partidista. Si en Coahuila ocurrió la primera sucesión entre hermanos, ¿por qué no entre tío y sobrino? Moreno impuso a Christian Castro Bello como candidato de la coalición PRI-PAN-PRD al gobierno de Campeche. «El PRI tenía que cambiar», dijo el tío en Saltillo.
    «Lo mejor del PRI es su militancia, que clama por el cambio, por la corrección del rumbo y la eliminación de falsedades, por la erradicación de la corrupción y el uso indebido del poder», denunció José Narro Robles el 19 de junio de 2019 en la carta de declinación a la candidatura para presidir ese partido y de renuncia a una militancia de 46 años. «La mascarada para imponer a Alito (Alejandro Moreno)… ya comenzó. Quienes han tomado parte de esta farsa (los gobernadores) deberán dar cuenta de sus actos», acusó en un video previo.
    Moreno conminó al priismo: «Tenemos que hablar bien del partido (…) en público y en privado (…) (presumir) los resultados de nuestros gobiernos». En Coahuila lo más sonado es el «moreirazo», las empresas fantasma y las masacres en Allende y Piedras Negras denunciadas ante la Corte Penal Internacional como crímenes de lesa humanidad.
    Comentarios de Facebook

    DEJA UNA RESPUESTA

    Escribe tu comentario
    Escribe tu nombre