Victoria pírrica

    Por Marcos Durán Flores

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    Entre los militares más conocidos de la antigüedad, destaca la figura de Pirro, general griego que derrotó a las legiones romanas y que estuvo a punto de hacerse con la parte meridional de la península italiana, Discípulo del rey macedonio Demetrio I Poliorcetes, Pirro participó como soldado en la batalla de Ipsos, al lado de Ptolomeo, discípulo de Alejandro Magno.

    En el año 281 A. C. atendiendo una petición de los pueblos tarentinos, sammitas y lucanos, en guerra con Roma, reclutó un ejército de 25 mil hombres causando la derrota del ejército enemigo en la ciudad de Heracles. En el 279 A. C. libró otra gran batalla en Asculum en la que, a pesar de imponerse, perdió miles de hombres y gran parte de sus oficiales, lo que fue considerado una gran derrota o una “Victoria Pírrica”.

    La guerra que el gobierno de Miguel Riquelme ha declarado a la delincuencia organizada luego de la matanza en Villa Unión, nos ha querido ser presentada por la propaganda oficial, como una muestra de valentía, “Aquí si enfrentamos a la delincuencia”, que quiere regresar a Coahuila (Si es que alguna vez se fue). Y es que luego de Ante los yerros del gobierno de AMLO en este rubro y luego del episodio fallido en Culiacán y Ovidio Guzmán, las huestes de Riquelme lo quieren hacer ver como héroe y este se encarga de honrarse a si mismo.

    Pero desde Saltillo y con 300 escoltas cuidándome, yo soy capaz de declararle la guerra hasta a Trump. Pero la realidad brutal del ataque en Villa Unión, que dejó una estela de muerte y destrucción con víctimas civiles y de fuerzas policiacas con un saldo de 26 muertos: 20 sicarios, cuatro policías y dos bomberos que fueron secuestrados. Durante este año, ataques similares en el norte de Coahuila habían dejado también a policias muertos, una especie de bajas colaterales que parecen minimas para el deseo del gobernador de seguir con su consigna de que “La seguridad soy yo”. Pero la historia nos dice esto no ha servido para disminuir la violencia, mucho menos para acabar con el narcotráfico.

    La fórmula es la misma: Fuerza Coahuila o su equivalente abatiendo presuntos delincuentes que hay luego averiguamos y de los derechos humanos ni habllar, aquí tengo mi coro para decir que no los estamos violando. A eso le llaman ellos no rehuir a su responsabilidad.

    Me podrán decir y con toda razón, que en Villa Unión la única opción era responder con toda la fuerza del estado. Pero hay suficientes evidencias para creer que las autoridades estatales y federales supieron con suficiente tiempo que una caravana de sicarios se acercaba hacia Coahuila, que no se acepte es otra cosa. La protección de la población civil por supuesto es la prioridad, pero nadie habla de la prevención, solo de la reacción, que hoy, ha dado oxigeno artificial al regimen de Riquelme que puede irse olvidando del discurso de que “Coahuila está libre de grupos de la delincuencia organizada”. Y quisiera equivocarme, pero lo de Villa Unión y el ataque del Cartel que controla esa zona tendrá repercusiones.

    La experiencia de episodios similares nos indican que los criminales aplican la segunda ley de Newton en un brutal historia de nunca acabar. Casi medio millón de muertos en 13 años y seguimos sin entender que la violencia solo genera violencia. El país se desangra en el año más violento de su historio y en Coahuila, los aduladores oficiales aplauden la estrategia.

    En la Grecia de la Antigüedad, Pirro, rey de Epiro era un hombre que a pesar de las victorias militares, su posición se volvía cada vez más difícil porque perdía muchos hombres en todos los enfrentamientos. Sus aliados en Italia se mostraban cada vez más reticentes a apoyar su causa y su propio reino estaba amenazado a causa de las luchas entre espartanos y macedonios. Pirro fue un pésimo general y peor estratega. Un gobernante incapaz de aprovechar sus victorias para variar el curso de los acontecimientos. Su huella histórica se reduce al acopio en su nombre de la expresión “Victoria Pírrica”.

    Ante la violencia que no se detiene y con Riquelme obsesionado en su estrategia, podría exclamar lo que dijo Pirro dijo tras vencer a los romanos y observaba en el campo de batalla a miles de sus propios soldados muertos y gritó: “¡Otra victoria como esta y regresaré solo a Epiro!”.

    @marcosduranf

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