Aplanadora a prueba

    Por Gerardo Hernández González

    0
    597

    La maquinaria de Morena se pondrá a prueba este domingo, en Puebla, donde habrá elecciones extraordinarias por la muerte de la gobernadora Marta Alonso (PAN) y su esposo y predecesor, Rafael Moreno Valle, en un accidente aéreo ocurrido el 24 de diciembre pasado. El triunfo de Alonso, quien obtuvo el 38% de los votos contra el 34% del candidato de Morena, Miguel Barbosa, fue impugnado, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo validó tras un conflicto que pervirtió el clima político y social en el estado. (Moreno, senador, era la carta fuerte de Acción Nacional para las presidenciales de 2024).

    La postulación de Barbosa para el nuevo proceso confrontó a la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, con el coordinador de ese partido en la Cámara alta, Ricardo Monreal, quien promovió la candidatura del senador Alejandro Armenta. Monreal reunió a los contendientes el 23 de abril para fumar la pipa de la paz, pero en lugar de salir humo saltaron chispas. Según una encuesta de Reforma, Barbosa, figura controvertida, tiene el 52% de las preferencias.

    La intención de voto por Enrique Cárdenas, candidato de la coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC) es del 32% (la misma de AMLO dos meses antes de la elección presidencial de 2018, de acuerdo con Mitofsky). El aspirante del PRI, Alberto Jiménez, está en el fondo con un 16%. Morena y Barbosa intensificaron la guerra sucia contra Cárdenas. El PRI utilizó la misma táctica para debilitar a Ricardo Anaya, de la alianza Por México al Frente, cuando empezaba a representar un riesgo para López Obrador y Peña Nieto.

    Cárdenas compitió por la candidatura de Morena para el proceso ordinario, invitado por AMLO, pero perdió con Barbosa y entonces se registró como independiente; si embargo, el TEPJF lo rechazó por no reunir las firmas necesarias. El PAN, el PRD y MC vieron en el economista –poblano por adopción– liderazgo, cualidades y prestigio para ganar. Quizá acierten. Barbosa, crítico pertinaz de AMLO mientras militaba en el PRD, encona y polariza.

    El candidato de Morena faltó a un debate organizado por la Coparmex; y el PAN lo acusa de falsear su declaración patrimonial. Morena está dividido, y, por si no bastara, la salud de Barbosa es precaria –cuando era senador le amputaron un pie a causa de la diabetes– y no genera confianza en las clases medias y altas; menos entre los empresarios. Puebla es uno de los estados más conservadores del país.

    Cárdenas, en cambio, goza de prestigio en los ámbitos social, académico, económico y gubernamental. Nacido en Torreón hace 65 años, ha sido rector de la Universidad de las Américas de Puebla –fundada en 1940 por Henry L. Cain y Paul V. Murray– cuyo lema “El amor a la sabiduría nos engrandecerá” resume el sentimiento de legiones en los primeros meses de la presidencia de AMLO. El lagunero dirigió el Centro de Estudios Espinosa Yglesias hasta 2017 y ocupó distintos cargos en el Banco de México y las secretarías de Hacienda y de la Función Pública. En el gobierno de Miguel de la Madrid fungió como director de Análisis Económico de la Unidad de la Crónica Presidencial.

    El triunfo de Cárdenas le permitiría al PAN conservar Puebla –Baja California se da por perdido de antemano–, catalizaría el malestar contra López Obrador y le enviaría al Presidente un mensaje incontrovertible para futuras elecciones: Morena debe ser más riguroso, pues en el futuro no ganará con cualquier candidato.

    Comentarios de Facebook