Tal vez esta columna con este enfoque, debería de ser semanal. Y no mensual, como originalmente se la platiqué en el primer texto aquí entregado. Pasan los días y los dislates, el lenguaje de odio y rencor de Andrés Manuel López Obrador y sus claques, se multiplican. Pasan los días y diario, el Presidente de Morena, que no lo es de todos los mexicanos, lanza dardos envenenados contra todos los que no están de acuerdo con su forma vertical y caciquil de gobernar. Todo, todo se acumula y la verdad, no podemos, no puedo dejar pasar de largo esos movimientos que nos llevan al precipicio. Es mi juicio y no quiero convencer a nadie. Pero sólo hace falta ver, leer y observar lo siguiente para que usted cuadre su puzle respectivo y tenga su mejor opinión. Actualicemos entonces la información.
En campaña, más de 18 años, dijeron ser diferentes, han resultado iguales o peor. De hecho y a mi juicio, peor. Dice un viejo refrán árabe: “Elige con cuidado a tu enemigo, porque… invariablemente terminarás pareciéndote a él.” AMLO y su corte de claques eligieron al PRI. No son iguales, no, son peor. En el 2018, Morena deicidio ayudar a los damnificados del terrible sismo de 2017 en la capital del país. Para ello, se constituyó un fideicomiso, claro, fuera del partido, pero ojo, en la misma dirección legal de éste. En una investigación del Instituto Nacional Electoral de Lorenzo Córdova (INE), se descubre que militantes morenistas depositaron varios millones de pesos en efectivo, los cuales luego retiraron igualmente en efectivo. Lavado de dinero. Así de sencillo. El INE dice que es un acto fraudulento a todas luces. AMLO se deja llevar por su temperamento (rasgo biológico) y deja de lado la moral que pregona de dientes hacia afuera y condena al INE, el Tribunal Electoral los perdona mediante un tecnicismo legal. ¿Alguna diferencia cuando Enrique Peña Nieto y su PRI o Humberto Moreira y su PRI, hicieron en su momento lo mismo?
Aunque luego lo abordaré en un texto especial sobre el caso, AMLO y su gente amenazan todo el tiempo y no les importa la libertad de prensa ni nada por el estilo. Se muestran emparentados con Nicolás Maduro y Fidel Castro y no con las ventajas de la libertad y democracia que enarboló en su momento Barack Obama. A Andrés Manuel López Obrador, Presidente de Morena, a Armando Guadiana y demás claques, le gusta la mordaza. Se siente en el ambiente un acoso a los periodistas críticos con el régimen morenista (como en su momento lo fue el PRI, el viejo PRI de los años setenta y ochenta del siglo pasado), se empieza notar y rápido, el apoyo publicitario a medios de comunicación dóciles y afines a su proyecto, pero a los críticos y duros de pelar, los acosa y amenaza (“Reforma”, “Proceso”).
Pero lo peor viene al final: van seis periodistas muertos bajo su mandato y nadie hace nada y no hay ni siquiera la más mínima mención de apoyo o muestra de solidaridad para reactivar la Fiscalía especial de protección a periodistas. El último en caer abatido a balazos, fue el periodista Santiago Barroso Alfaro, quien fue ultimado en su casa en San Luis Río Colorado, Sonora. No hay ni un viso de que esto cambie. No hay indicios de que AMLO de verdad se preocupe por la labor de los medios de comunicación en el país; vaya, como Nicolás Maduro, pues. Recuerde usted que también Armando Guadiana se ha pronunciado en contra de la labor de los periodistas, fue el caso reciente cuando el semanario “Proceso” y en un amplio reportaje, documentó todas (casi todas) las empresas del ex priista (su esposa Guadalupe Mandujano ya fue panista. En fin, eso de la ideología y valores no se les da), vinculadas con él y las cuales ahora reciben compras millonarias del Gobierno morenista. Armando Guadiana Tijerina le reviró de manera nada cordial al reportero Arturo Rodríguez (quien por largo tiempo escribió en VANGUARDIA y hoy colabora en esta plataforma digital).
Decían ser diferentes y son peor que el PRI. Es el caso del tristemente célebre Napoleón Gómez Urrutia (Napito), quien ahora es Senador por MORENA, gran amigo de Guadiana Tijerina y uno de los hombres más cercanos al Presidente de MORENA, AMLO. Una investigación periodística acaba de documentar lo siguiente: el Senador de MORENA tiene como socio en la empresa “AGC Trading” a José Juan Janeiro Rodríguez, quien fue operador financiero del ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien usted lo sabe, está en prisión en el Reclusorio Oriente. Janeiro por su parte, socio de “Napito”, fue acusado en su momento en la PGR de delincuencia organizada, lavado de dinero y evasión fiscal. Una lindura.
¿Andrés Manuel López Obrador está gobernando inteligentemente? ¿Hace caso a un plan debidamente preconcebido y analizado o bien, se deja llevar por su temperamento (rasgo biológico) y carácter (acento moral)? ¿Son ocurrencias de un Presidente con toma de decisiones verticales y unipersonales en base a su estado de sentimientos de momento (a ratos con bilis negra, a ratos con bilis amarilla, flemático o sanguíneo, para decirlo con los filósofos antiguos, como Hipócrates? ¿Estamos ante un hombre de Estado el cual se mueve de acuerdo a las Leyes y sus instituciones, o bien, estamos ante un hombre que tiene un estilo personal de gobernar basado únicamente en el poder de sus sueños y su almohada? No pocas cosa señor lector. Las anteriores ideas a vuela pluma son una actualización de ese libro, ese ensayo el cual jamás caduca, de don Daniel Cosío Villegas, “El estilo personal de gobernar”,
México es el tercer país más peligroso para ejercer el periodismo en el planeta tierra (Reporteros sin Fronteras). Score: cuatro meses de AMLO, 6 periodistas asesinados.
