Caballada flaca

    Por Gerardo Hernández González

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    La costumbre de hablar para la galería ha puesto en evidencia al líder estatal del PRI, Rodrigo Fuentes, en más de una ocasión. En las elecciones federales y locales de 2018, declaró que su partido haría carro completo. La respuesta de los electores resultó proporcional a la insolencia: el ente fundado por Calles perdió la presidencia, las senadurías y cinco de siete diputaciones. A escala municipal, no le fue mejor, pues solo obtuvo 18 alcaldías. Las 20 restantes las ganaron el PAN (10), UDC (cinco), Morena (cuatro) y el PRD (una).
    En 2017, Fuentes había perdido su propia elección. María Eugenia Cázares (PAN) lo venció en el distrito XI. La misma suerte corrieron María Luisa Quintero, Mario Cepeda y Román Alberto Cepeda, en Torreón; José Luis Flores, en San Pedro; y Graciela Fernández, en Matamoros. La mayoría de ellos son ahora funcionarios del gobierno del estado, igual qué otros priistas rechazados en las urnas previamente.
    El presidente del PRI apunta ahora al 2020 con motivo de la renovación del Congreso local. Asegura que ganará los 16 asientos de mayoría relativa, de los cuales ahora solo tiene siete.
    Si el pronóstico se basa en que las elecciones intermedias son las menos concurridas, pues solo se vota para diputados, se equivoca y puede provocar sorpresas desagradables por varias razones: 1) la ciudadanía ha adquirido conciencia sobre la importancia del Congreso como contrapeso del poder ejecutivo, 2) el repudio al gobierno de los hermanos Humberto y Rubén Moreira estimula el voto antiPRI; y 3) la fuerza de Morena. El partido del presidente López
    Obrador tiene mayoría en 20 de las 32 legislaturas locales.
    Esa realidad se manifestó en 2017 cuando el PRI perdió nueve de los 16 distritos. En las elecciones legislativas anteriores había conseguido carro completo, pero quería más. Para obtener asientos de representación proporcional, postuló a militantes suyos bajo las siglas del Verde, Nueva Alianza y otros partidos. Sin embargo, la Sala Regional en Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación impidió la sobrerrepresentación y le asignó tres diputados plurinominales al PAN.
    El PRI necesita mayoría en el Congreso para asegurarle al gobernador Miguel Riquelme un cierre de sexenio sin sobresaltos. Tener el control de sus respectivas legislaturas les permitió a Humberto y a Rubén Moreira librar los escándalos de la deuda, las empresas fantasma y otras irregularidades graves. El último servicio de los diputados del PRI a Moreira II consistió en aprobar en tiempo récord la cuenta pública de 2016, la cual registraba pagos a empresas fachada, denunciados por la Auditoría Superior del Estado el año pasado. El plazo para dictaminar el informe era de 60 días, pero los legisladores lo revisaron y aprobaron en cuestión de horas.
    Otra de las prioridades del PRI es recuperar La Laguna. Hoy su única posición es la alcaldía de Viesca. El PAN gobierna Torreón y San Pedro; y Morena, Matamoros y Francisco I. Madero, donde los ayuntamientos precedentes habían sido priistas. El resultado de las elecciones de 2020 (para diputados) y de 2021 (para presidentes municipales) determinará la próxima gubernatura.
    Coahuila estuvo a un paso de la alternancia hace dos años, pero el PAN desaprovechó el momento. Morena, con AMLO en la presidencia, no lo dejará pasar. Entretanto, este año se hará con los gobiernos de Baja California y Puebla.
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