En la reunión que tendrá con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Miguel Ángel Riquelme informó que uno de los temas a tratar será el fracking, pues aunque dijo que no está obsesionado con el tema, éste es importante para no revertir el desarrollo económico del estado.
Riquelme comunicó que el jueves estará platicando con López Obrador en la ciudad de Saltillo, e invitó a todos los alcaldes de Coahuila para manifestarle su apoyo y respaldo a los programas sociales que se estarán implementando a partir del próximo año.
Tratará el tema de la seguridad porque Coahuila cuenta con 6 mil efectivos militares distribuidos en diversas zonas que trabajan en coordinación con fuerzas estatales y municipales, por lo que el gobernador solicitará que el ejército no se vaya del estado.
También dijo que hará una labor de convencimiento para que el presidente electo no cancele la facturación hidráulica (fracking) para la extracción de hidrocarburos en territorio coahuilense.
“Nosotros no estamos obsesionados con el fracking, sabemos que es importante para el país y para Coahuila porque generaría de inmediato una derrama de 600 millones de dólares y una extracción importante de más de 120 millones de pies cúbicos diarios de gas, eso implicaría no ser dependiente de Estados Unidos y tenemos la forma de garantizar que no genere impacto al medio ambiente de forma negativa”, comentó Riquelme.
Declaró que cancelarlo sería darle reversa al futuro del país por la derrama económica y la generación de empleos, por lo que está a favor de este método no convencional siempre y cuando se cuide la técnica para no contaminar el agua.
“En Texas nos dicen que Coahuila sería una de las principales cuencas del norte de México, tenemos todo pero no hay obsesión. Él (Andrés Manuel López Obrador) no sabe que tenemos suficiente agua residual para que no impacte el agua limpia, además hay metodologías de la empresa para que no se contamine el subsuelo, son temas que él deberá valorar”, expuso.
No obstante, dijo que si el presidente electo decide que no hay fracking, respetará su decisión pero habrá consecuencias porque México está de por medio.
“De aquí saldría sin lugar a dudas la subsistencia de nuestro país por los próximos años y de la no dependencia de la importación de gas. No satanicemos al fracking antes de tiempo”, agregó el gobernador, luego de mencionar que hará una labor de convencimiento para que el presidente electo cambie su postura y contemple la facturación hidráulica durante su gobierno.
Con información de Vanguardia
