¡ Viva Mexico! Sonoro grito de euforia, que nace de la entraña misma de nuestra identidad de mexicanos, la noche del pasado 15 del presente, ahogó un tanto los gritos proferidos por los cientos de afectados que nos deja, otra vez, los ya recurrentes impactos que generan los fenómenos climáticos que se registraron, la semana que termina, sobre las poblaciones de Piedras Negras y Torreón y donde en este último resultó importante la expedita presencia y acción del gobierno Estatal que encabezó personalmente el Gobernador Miguel Angel Riquelme Solis para auxiliar y con ello, bajar los ánimos de la población afectada y también las aguas que inundaban sus hogares, daños que que dieron paso, a que el Gobierno Federal, reconociera y declarara zona de desastre a ambos sitios, con el consiguiente apoyo de recursos que habrán de servir -si es escrupulosa y sobre todo, eficazmente utilizado-, por los gobiernos municipales a quien corresponde tal acción, mas aun y cuando estos recursos habrán de ejercerse en las postrimerías del agonizante sexenio federal y en el caso del municipio de Piedras Negras, el municipal, no así en Torreón, cuyo alcalde Jorge Zermeño Infante, con todo y que su carísimo minimandato concluye el día 31 de diciembre, para iniciar un día después el mandato de tres años para el que resultó reelecto, en una de esa paradojas que la democracia registra en el país.
Resulta que las aguas sirvieron cual telón de fondo, para hacer visibles la suma de incompetencias que registra el equipo de trabajo a cargo del edil torreonense, una vez que las precipitaciones de solo dos días mostraron ante propios y extraños, la falta de capacidad, al menos de quienes encabezan hoy la administración de la empresa paramunicipal de Aguas y Saneamiento de Torreón, cuyo titular Juan José Gómez no sabia ni tan solo, en reunión de evaluación de daños, del sitio donde se ubicaban concretamente uno de los diversos tramos colapsados del drenaje sanitario, que hizo por demás compleja la situación de los vecinos que habitan sus áreas, toda vez que las aguas negras se mezclaron con las pluviales, sin que encontraran salida a desagüe alguno y afloraran sobre la superficie, algunas, en los domicilios mismos de la población.
Esto fue común en las colonias del sur de la ciudad y otras como Nueva California y Valle Oriente, que obligaron a sus moradores a salir y tomar acciones como fueron los bloqueos para exigir la atención inmediata de la autoridad, que según sus propias declaraciones “se vio rebasada” no solo por la contingencia, sino también por sus incompetencias, tantas, que Zermeño Infante, ha asignado apenas, al Arquitecto Oscar Artigas Escobar “un estudio para conocer el estado de la infraestructura hidráulica y sanitaria”, en lugar de cortar por lo sano y designar nuevos titulares, pero donde mas aun se advirtió la escasez de talentos, capacidades y hasta de voluntad “política” en materia de obra pública y gestión gubernamental, resulta ser, la pospuesta construcción del drenaje sobre la zona de Mieleras, cuyos terrenos fueran en vaso de captación natural de las aguas que bajan -cuando llueve-, de las serranías ubicadas al sur de Torreón, esgrimiendo el alcalde que con recursos del ISN hay ya destinada una bolsa de 50 millones para tal objetivo. Y esto, es cierto, solo que el edil, no dice o se hace que “no entiende que no entiende” que para que tal obra se ejecute, el municipio debe de aportar los terrenos donde se construya pues el área determinada para ello, resulta ser los terrenos que con destino industrial se localizan por la zona de Mieleras y de la cual “ni un centímetro de tales tierras, es propiedad del gobierno, no estatal ni municipal, sino de inversionistas privados”, y hay absoluta falta la gestión de parte del municipio para que tales inversionistas, cedan, algun 5%, del 10% de las superficies de sus predios, a lo que de construir, están obligados, para ser destinados a la construcción del famoso drenaje, según explico de manera publica , el titular de la Secretaría de Infraestructura en Coahuila, ingeniero Gerardo Berlanga Gotés y tal parece que para nada, toda vez que en menos de 24 horas, el alcalde Zermeño Infante, volvió al ataque y cual avanzado discípulo del nazi Joseph Goebbels, repitió, también de manera pública que las inundaciones de esa zona se deben a que si bien hay recursos para construír tal drenaje, etiquetados desde hace dos años, esto no se ha hecho, por mas que omita el mismo ocultar que su administración, no ha hecho su tarea, que no es otra, que hacer la gestión y de sumar las voluntades de los propietarios de los terrenos para que donen la superficie indispensable para realizar tal obra.
No se sabe si tal postura se deba a ignorancia de la existencia del dictamen y estudios elaborado por la empresa URBIS o mas bien a sofisticada malicia. Y así, ni como hacerle, en tanto los vecinos de la zona sur, en especial los de la colonia Santa Sofía, quedan a expensas de la voluntad de Dios, si vuelve a llover en estos días.
Y ahí entre los constantes temas de controversia que genera la actual administración municipal, destaca el dato, relevante por cierto, de que la Tesorería de Torreón, eroga mensualmente un gasto de un millón 146 mil pesos a favor de un despacho contable -Garcia Aymerich y Asociados-, por los servicios que éste les presta en materia contable y financiera. El monto, que no es poco, suple ineficiencias profesionales del equipo que encabeza el tesorero Hernán Sirgo Ortiz y quien con todo y tal ayuda, no logra presentar en tiempo y forma, los avances mensuales de los Estados Financieros a su cargo, según lo hace notar, la Síndica de Minoría, Dora Elisa Salinas Duran.
Y la noche del grito, falleció en un Hospital Privado de Torreón, el Licenciado Manlio Fabio Gómez Uranga, icono del priismo lagunero, cuya pertenencia a tal organismo político en el que militó toda su vida, ademas, queda como ejemplo de bonhomía y sencillez, pero mas aun de lealtad partidista en especial en estos tiempos, de apóstatas y tránsfugas. Descanse en Paz, y vaya un sincero abrazo para sus deudos.
Otro sensible deceso, fue el del Licenciado Benjamín Noyola del Río, caballeroso servidor público.
