PAN: oposición inútil

Por Gerardo Hernández González

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Guillermo Anaya les reprocha a los diputados del PAN no estar a la altura de la circunstancia ni aprovechar su posición mayoritaria —junto con la UDC— para colocar en la agenda temas prioritarios como la megadeuda y las empresas fantasma. El excandidato a gobernador hará mutis, mas no abandonará su partido ni la política.

¿Cuál es su escenario inmediato?

Por un buen tiempo no quiero participar activamente como protagonista, eso me permitirá dedicarme más a mi familia; tenía años robándole atención a mis hijos, a mi esposa, a mis padres. Profesionalmente, en mi despacho jurídico hemos empezado nuevos proyectos, con bríos renovados, en ello estoy concentrado al 100%. Nunca he dejado de practicar mi profesión, desde hace más de 20 años litigo como abogado. Los cargos en el Congreso me han permitido estar en contacto con las reformas más importantes, como la del código procesal penal, la ley de amparo y otras. Trataré de ayudar a mi partido y hacer valer al primer Congreso de mayoría opositora en la historia de Coahuila, la cual, hasta ahora, no se ha sentido. Falta liderazgo, acción, hemos desaprovechado totalmente el peso del PAN en la legislatura local.

¿Por falta de compromiso o por complicidad con el gobierno?

Falta liderazgo, (los diputados) han sido omisos en temas importantísimos. Hoy mismo se vuelve a discutir el refinanciamiento de la deuda donde otra vez habrá corrupción, y eso no está en el centro del debate; tampoco el tema de las empresas fantasma. Son cosas que se han desaprovechado brutalmente. Necesitamos hacer valer nuestra mayoría opositora junto con la UDC. Riquelme será gobernador de Saltillo. Va a impulsar a la capital y a su alcalde, que es su alfil; ya están echadas las cartas de aquí a cinco años. En ese escenario, debemos coordinar a los alcaldes para que sean excepcionalmente pulcros y diferenciar a los gobiernos del PAN de los del PRI. Quiero ser partícipe de estas decisiones en mi partido para que el futuro dirigente pueda organizar al grupo parlamentario y a los alcaldes, tener buena comunicación con el coordinador federal (Reyes Flores Hurtado, exlíder estatal del PAN) e interlocución con los grupos parlamentarios ajenos al PRI. Estoy satisfecho porque el trabajo no ha sido de balde, lo vemos reflejado en alcaldías y diputaciones. Necesitamos ponernos a trabajar.

¿Su retiro implica sacar las manos del PAN? Se le ha acusado de haberlo secuestrado.

Quiero al PAN que hemos logrado con mucho sacrificio, enfrentando a uno de los peores gobiernos durante 12 años, lleno de calumnias e infamias de todo

tipo. Los Moreira y el régimen me han dicho de todo, pero eso me tiene sin cuidado. No pasa nada. Yo no quiero estar al frente de la dirigencia, sino ayudar a elegir a quien puede coordinar estos esfuerzos en Coahuila y a nivel nacional para que el PAN retome sus principios y podamos ser un partido fuerte y volver al poder. La renovación de las dirigencias estatal y nacional impone esa tarea; si seguimos enfrentados en diferentes grupos o liderazgos, eso será lo que transmitamos a la opinión pública. Hay gobiernos locales, como el de Jorge Zermeño, por ejemplo, que son honestos, eficaces y dan lo mejor de sí. Estoy tranquilo con la experiencia que me tocó vivir, sabedor de que la historia pone a cada quien en su lugar. Todavía puedo estudiar y aportar a la política, a mi ciudad, a mi estado y a mi país; no quedarme en una actuación aislada, sino hacer que Acción Nacional vuelva a sus raíces con mayor fortaleza.

 

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