Avanzadas electorales

    Por Gerardo Hernández González

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    Carlos Salinas de Gortari aún no era presidente en 1988 cuando, en un acto de campaña celebrado en Monclova —donde privatizaría Altos Hornos de México bajo la lógica del capitalismo de compadres—, destapó a Rogelio Montemayor (RM) para el gobierno de Coahuila. En 1990 lo nombró coordinador del Programa Nacional de Solidaridad en el estado. Tres años más tarde, RM renunció a su escaño en el Senado para ser candidato y después gobernador. ¿Le dice algo la historia? Es la misma, con nuevo reparto y cobertura en toda la república, que veremos con Andrés Manuel López Obrador, quien ha decidido concentrar las funciones de los delegados federales en un coordinador general.

    AMLO adaptará el guion, repetido por los presidentes emanados del PRI y del PAN para avanzar a sus favoritos en los estados, a las nuevas circunstancias políticas del país. La intención salta a los ojos: fortalecer a su partido, restar poder a los caciques locales, quienes presumen la inversión federal como propia, aumentar el número de estados gobernados por Morena y conservar la presidencia por varios sexenios… o generaciones.

    La fórmula se aplicó a mediados de los 70 del siglo pasado en Coahuila. Cuando los candidatos del PRI a las alcaldías de Torreón, Monclova y otros municipios no fueron sus favoritos, el gobernador Óscar Flores Tapia creó las direcciones de Desarrollo Regional (llamadas polos). En Torreón nombró a Homero del Bosque. En 1980 el PAN se hizo con la presidencia de Monclova, pero el mandatario ya tenía sembrado un coordinador de Desarrollo para atender los asuntos del municipio.

    En 2005 el PRI perdió en Torreón las elecciones para gobernador, alcalde y cuatro distritos de cinco. Para tener presencia en la metrópoli lagunera, presidida por el panista José Ángel Pérez, Humberto Moreira se sacó de la manga la Secretaría de Desarrollo Regional (SDR), sin figurar en el Plan Estatal de Desarrollo, y se la encomendó a Eduardo Olmos, el candidato derrotado. Desde esa plataforma, Olmos, cuyo subsecretario era Miguel Riquelme, manejó la estructura electoral del PRI e hizo campaña para ganar la alcaldía en 2009. Cumplido el objetivo, la SDR desapareció. Riquelme sucedió a Olmos en la alcaldía.

    En los comicios del año pasado, el PRI volvió a perder Torreón con Jorge Zermeño (PAN). En respuesta, el gobernador Miguel Riquelme creó la coordinación de Seguridad Pública en La Laguna, a solicitud de nadie y sin oferta previa, y designó como titular a Adelaido Flores, su exdirector municipal de policía. El 1 de julio, el PAN ganó de nuevo la alcaldía de Torreón y por primera vez la de San Pedro. Morena venció al PRI en Matamoros y Francisco I. Madero. De esta manera, lo que Reyes Flores Hurtado será para AMLO (ojos o oídos) en el estado, Adelaido lo será para Riquelme, solo en la comarca lagunera.

    El nombramiento de un coordinador de seguridad en La Laguna se ha prestado a suspicacias, pues cuando el PRI perdió Torreón en 2005, la ciudad y la región en general empezaron a ser invadidas por carteles de la droga —en particular los Zetas—. ¿Venganza del moreirato por haber sido repudiados por los laguneros? Doce años después, aún prevalece esa idea. Sin embargo, la coordinación encargada a Reyes Flores será estatal y tendrá comunicación con el presidente López Obrador.

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