Un recorrido por la filosofía de Nietzsche a través de 9 películas

Friedrich Nietzsche (Röcken, Prusia 1844 – Weimar, 1900) fue quien proclamó la “muerte de Dios” y anunció la venida del superhombre. Mostró interés por la cultura griega (“El Nacimiento de la Tragedia”, 1872) y emprendió  la búsqueda de lo que él llamó el espíritu libre y superior; su atención también se dirigió hacia temas morales y metafísicos, y fue uno de los primeros críticos respecto al desmoronamiento de la cultura tradicional de occidente.

Hablar de la filosofía de Nietzsche es un tema controversial; es la disputa constante entre los teóricos: para algunos es el germen de la filosofía existencialista, para otros sólo un crítico de la modernidad (y tal vez de la postmodernidad). En este artículo me tomaré el riesgo de hablar sobre cómo la “filosofía nietzscheana” se utilizó en nueve largometrajes, usando comillas, por supuesto, para evitar confusiones.

Por favor, los invito a que pasen y disfruten de la “filosofía nietzscheana” en estas nueves películas:

“The Truman Show” (1998)
Director: Peter Weir

Diría Nietzsche: “El superhombre, en tanto que concreta posibilidad, pensable y realizable, (…) debe sustituir a Dios como supremo receptáculo del sentido de lo real” (Así habló Zaratustra, 1883). Con esto Nietzsche supone una recreación del mundo al liberar la actividad simbólica de todo limite derivado del temor y de la inseguridad.

“Eyes Wide Shut” (1999)
Director: Stanley Kubrick

Kubrick coloca a Bill (Tom Cruise) radicalmente entre dos mundos: lo apolíneo y lo dionisiaco. El personaje se introduce en un cambiante horizonte de signos, escucha la palpitación del enigma creado por un grupo de aristócratas que disponen del poder. La presencia de la filosofía nietzscheana está en la disputa que tendrá el protagonista entre la línea de Apolo y Dionisos, de las que derivan las dos raíces de la “filosofía” estética de Nietzsche con una doble ilusión: el sueño y la embriaguez, siendo Apolo el dios del sueño y Dionisio el dios de la embriaguez.

 “2001: A Space Odyssey” (1968)
Director: Stanley Kubrick

HAL 9000, el personaje más relevante de la película, entra en duda sobre el concepto de Dios al cuestionar: si él puede hacer el bien siempre, ¿por qué existe el sufrimiento?, ¿acaso matar a Dios humaniza al hombre?, Nietzsche nos diría: “Dios ha muerto, ahora nosotros queremos que viva el Superhombre” (Así habló Zaratustra, 1883), para Nietzsche el hombre no necesita el fundamento de dios,  sino el fundamento de la vida. Algo curioso de este largometraje es que HAL 9000 se vuelve más humano que el mismo ser humano.

 “Fight Club” (1999)
Director: David Fincher

Tyler es el paradigma del hombre postmoderno que busca quebrar el orden y la moralidad creada por el poder, en este caso: la sociedad capitalista. Nietzsche, en el desarrollo específico este tema, afirma que la “voz” no es sino la presencia  de la moral de nuestra comunidad en nosotros mismos: “…no es la voz de Dios en el corazón del hombre, sino la voz de algunos hombres en el hombre”, o en palabras más contundentes: “La moralidad es el instinto del rebaño en el individuo” (La Gaya Ciencia, 1882). En efecto, Tyler crea un grupo para desestabilizar el orden del estado, el cual no piensa en el desarrollo de los individuos. ¿Por qué el estado hace esto? Nietzsche ya nos lo ha dicho en la “Tercera Intempestiva” (1874): el fin es el dinero y el fortalecimiento de la economía política.

“Anticristo” (2007)
Director: Lars von Trier

Tal vez este es el largometraje contemporáneo más acoplado/inspirado en la obra de Nietzsche. Lars von Trier nos acerca al problema fundamental del cristianismo que según Nietzsche es perjudicial: “¿Qué es más dañino que cualquier vicio? El ejercicio de la compasión hacia todos los malogrados y débiles, lo que hace el cristianismo”. (El Anticristo, 1895). La compasión y la moral nos llevan a una vida marcada, delimitada; nos prohíbe actuar, pensar y lleva al hombre a la decadencia. La cinta también está cargada del conflicto entre la mesura y el exceso: Apolo y Dionisio, pero la embriaguez y la locura dominará sobre la razón.

 “The Devil’s Advocate” (1997)
Director: Taylor Hackford

Este largometraje nos ubica en la disputa entre el bien y el mal, y la fuerza de voluntad del “ser”.  Kevin Lomax (Keanu Reeves) pasa, a lo largo de la trama, del sueño dionisiaco a la teorización de los conceptos del bien y el mal; como diría Nietzsche: “Cuando tu mirada se haya hecho lo bastante aguda para ver el fondo del oscuro pozo de tu ser y de tus conocimientos, tal vez se te hagan visibles en su espejo también las lejanas constelaciones de las futuras culturas” (La Gaya Ciencia, 1882). No sólo nos conocemos conociendo el pasado, sino que conociéndonos nos aproximamos al futuro.

Alex DeLarge se convierte en un inválido moral, incapaz de llevar a cabo acciones negativas y violentas, pero no por libre elección, sino porque se le ha inhabilitado físicamente a causa del tratamiento Ludovico, el cual lo obliga a ser “bueno”. Pero conforme su invalidez física va desapareciendo, también la moral y su incapacidad para elegir entre el bien y el mal. Ir más allá de estos dos conceptos es para Nietzsche parte del proceso en el cual el hombre libre deja de tener la relación siervo-amo (un tema que más adelante Michel Foucault trabajará a profundidad en “Vigilar y Castigar”).

“Blade Runner” (1982)
Director: Ridley Scott

“Blade Runner” también tiene la virtud de mostrar: “la muerte de Dios” advertida por Nietzsche; el espíritu de rebelión que posee el ser humano, y una característica del Superhombre de Nietzsche: la lucha contra el poder.
La mentira y el desenmascaramiento son aspectos del proceso iniciado por Nietzsche a partir de la anunciación de la muerte de Dios, de la metafísica y la moral.

“Citizen Kane” (1941)
 Director: Orson Welles

La existencia de Kane ha sido la de un triunfador, «un hombre que lo tenía todo», pero sus allegados saben la vaciedad, la irregularidad y el tedio en que se hundió. Según Nietzsche, la felicidad es “el sentimiento de que el poder crece, de que una resistencia queda superada” (El Anticristo, 1895). Kane se va corrompiendo, no sólo en el sentido habitual de la palabra, sino también en el de la moral nietzscheana: Kane es deshonesto y débil.

Esta combinación de filosofía y cine ayuda, no sólo a entender mejor los términos filosóficos a partir de ejemplos concretos, sino también a amar intensamente el cine. Es probable que haya muchos largometrajes inspirados en la “filosofía” de Nietzsche que no estén en esta lista como: “Atrapado en el tiempo” (1993) de Harold Ramis; “Flores rotas” (2005) de Jim Jarmusch; “El caballo de Turín” (2011) de Béla Tarr; “Manderlay” (2005) de Lars Von Trier, entre otras, o que vengan muchas otras, pero las que hemos presentado aquí son algunas de las más interesantes y evidentes en su utilización.

Con información de Cultura Colectiva