Los científicos creen que la vida en el planeta Tierra ha superado cinco extinciones masivas: en realidad ha habido más, pero estas suelen destacarse porque provocaron la desaparición de innumerables especies. Se cree que fueron causadas por enormes erupciones volcánicas, el impacto de grandes asteroides, explosiones de supernova, estallidos de rayos gamma o cambios climáticos. Sencillamente, introdujeron cambios tan drásticos y abruptos en el medio ambiente, que muchos de los seres vivos del planeta no pudieron aclimatarse o adaptarse a tiempo y murieron. Algo así es lo que parece estar ocurriendo en la sexta extinción masiva, y cuya causa es la actividad humana.
«Esta extinción es la primera de las “cingo grandes” que golpearon la Tierra y nuestra investigación indica que coincidió con el desarrollo abrupto y general de un fenómeno de anoxia en los océanos que duró al menos un millón de años», ha explicado en un comunicado Maya Elric, investigadora en la Universidad de Nuevo México y directora de la investigación.
«Estos resultados proporcionan la primera prueba de una anoxia oceánica global y abrupta que se inició y continuó en una glaciación», ha dicho Elric. «Sugerimos que la anoxia fue provocada por un enfriamiento global que reorganizó la circulación oceánica».
El resultado es que los seres vivos del océano que necesitaban oxígeno acabaron siendo muy perjudicados.
Además, Elrik está estudiando otras tres de las cinco grandes extinciones en las que se cree que la oxigenación de los océanos pudo tener un papel. «Hsta ahora hemos encontrado amplios indicios de anoxia asociados con ellos, así que estamos encontrando que las concentraciones de oxígeno son un importante asesino».
En la actualidad o en un futuro próximo, también podrían jugar un papel. «Estamos calentando y acidificando los océanos, y los océanos más calientes tienen menos y menos oxígeno», ha dicho Elrik. «Algunos animales marinos pueden tolerar el calor y la acificación, pero no la escasez de oxígeno».
Con información de ABC.es