El mexicano Héctor Moreno destaca en el triunfo de la Real Sociedad sobre el Atlético

0
663

Fantástico partido de la Real Sociedad ha logrado una merecida victoria ante el Atlético de Madrid. Se mantiene el efecto Imanol que desde que se hizo cargo del equipo ha empatado uno y ganado tres sin permitir un solo gol. Sensacional actuación de Januzaj. Al igual que un Héctor Moreno, titular, completando un partido perfecto frenando a los delanteros del Atlético. El Atlético ha ofrecido un partido muy pobre. Sin chispa y sin recursos. No encajaba un 3-0 desde el 12 de diciembre de 2016.

La Real anda con ganas de fiesta. Ha llegado al baile cuando estaba a punto de acabar, pero ni siquiera por ahí renuncia a echarse unas piezas. Después de mostrarse tímida durante buena parte de la velada, y eso siendo generosos, ha bastado que cambiara la música para que se exhiba en la pista. Da la impresión incluso de que se llevará un disgusto cuando en breve pongan la última, lamentando lo que pudo haber sido y no fue. Al Atlético, mientras, le sucede todo lo contrario: está deseando marcharse. Tiene cita en otro sitio, Londres nada menos, y no sabe qué hacer para salir sin parecer maleducado. Pone caras, no atiende a los diálogos… se aburre de aburrirse.

¿Dónde andaba esta Real durante buena parte de la campaña? ¿Dónde estaba Januzaj, que abusó de la mejor defensa del campeonato? Porque el Atlético jugaba sin lateral izquierdo, sí (ni siquiera se trata de que los habituales de la plaza fueran baja, que también, sino de que los encargados ocasionales decidieron que con ellos no iba la cosa), pero a partir de ahí lo del belga fue tremendo. Buscando las cosquillas de Vrsaljko, primero, y de Saúl, después, se adueñó de Anoeta como pocas veces un futbolista se adueña de un partido. Luego Willian José y Juanmi se encargaron de poner los sellos, pero la carta era suya. Absolutamente suya. De hecho resultó fundamental para encabezarla, con un servicio donde sólo lo esperaba el 12 local, que había perdido metros para ganar espacio, allá donde los centrales no acudieran a buscarlo. El zapatazo consiguiente entró dando un beso al poste: ni siquiera Oblak podía buscarlo en ese rincón.

En realidad esa era la primera ocasión clara que tenía en el partido la Real, que en todo caso se había adueñado de la pelota atendiendo al trato grosero que la dispensaba el rival. Abrió plaza Oyarzabal y enseguida tomó su relevo Januzaj, en lo que el Atlético sesteaba con toques cortos y casi siempre imprecisos. Antes del gol apenas encontró un cabezazo de Godín a la salida de un córner para comprobar que, efectivamente, Rulli había regresado. Después del gol hizo su única maniobra digna de un partido de Primera, pero el asistente tiró de bandera sin razón después de que Koke habilitara a Gameiro para que se marchara a buscar el mano a mano. Por lo demás, desidia. Un páramo. Una vez más, y son unas cuantas este curso, un equipo lucía mucho más intenso que el que no hace tanto era el más intenso.

Simeone intentó alterar un rumbo inalterable. Tras el descanso con Torres por Correa, lo que retrasó a Griezmann. Poco después con Vitolo por Juanfran, lo que desplazó de carril a Vrsaljko situando a Saúl por el izquierdo. En lo que se ajustaban piezas Gameiro volvió a marcharse en vertical, pero esta vez fue el propio árbitro quien anuló la acción por supuesta mano previa del Niño. Definitivamente no iba a ser posible que el punta tuviera un encuentro en condiciones con el portero. El Atlético, en todo caso, apuró sus opciones de meterse en el partido con sendos cabezazos desviados del Niño, a pase del mencionado Vrsaljko y del propio Vrsaljko a la salida de una falta. Hasta ahí llegó.

Porque si Thomas andaba mal, que lo andaba, Gabi entró peor todavía. Su primera pérdida estuvo a punto de provocar el segundo en una contra, pero sobre todo convenció a la Real de que convenía cerrar cuanto antes la cuestión, no fuera a ser. Y, a partir de ahí, decidió exhibirse también por lo físico para ganar todas las carreras sin por ello prescindir del toque y para que Juanmi se luciera con un doblete, primero tras vaselina en el mano a mano, después con cabezazo completando combinación colectiva.

Anoeta era una fiesta y corre el rumor ahora de que la Real pedirá una ampliación de campeonato. Unas jornaditas más vendrían de perlas: ay, Eusebio; ay, Imanol… El séptimo puesto está ahí, y son muchos los que lo pretenden, pero este equipo estaba para más. Si lo hizo esta vez, podía haberlo hechos unas cuantas. Por complicarse, mientras, el Atlético se ha complicado hasta el Zamora. Se trata de su peor derrota del curso, pero, como lo pasado pasado está, la cuestión ahora es que no deje huella. Porque el Arsenal, a la que pueda, también querrá marcarse un baile. Y el de Donosti, en clave rojiblanca, se antoja más que suficiente.

Con información de MARCA

Comentarios de Facebook