América es eliminado de la Concachampions por el Toronto

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Decepcionante resultó la actuación de América en el partido de vuelta de la semifinal de la Concacaf Liga de Campeones. Su eliminación se dio entre una falta de idea y armas para preocupar a un Toronto que se plantó en Santa Úrsula con oficio y personalidad para liquidar una serie que encaminó desde la ida en su casa.

Miguel Herrera y sus Águilas consumaron un doloroso fracaso, nuevamente en la instancia de semifinales. Extraviaron el gol, justo y como les ocurrió en el cierre de la campaña anterior.

1-1 en el marcador que dejó un sabor amargo entre los miles de seguidores en las gradas y consumó el fracaso crema en Concacaf.

Toronto se medirá ahora ante Chivas por la supremacía de la región futbolística; mientras que un golpeado cuadro azulcrema se enfocará en la Liga, lo único que les queda por disputar en este momento.

EL JUEGO

El estadio Azteca registró una gran entrada. La feligresía americanista acudió al llamado de su equipo para tratar de remontar la pesada losa que se trajeron de Toronto para aspirar a un Clásico Nacional en la Concachampions. Dos goles y no recibir ni uno era la receta azulcrema para conseguir el boleto, pero en el guión se presentó algo impensado, un gol que dejó frio al Coloso de Santa Úrsula. Los canadienses pegaron primero y la misión parecía imposible para las Águilas.

Ricketts, quien acababa de entrar de cambio por Altidore, aprovechó la desubicación de la defensa americanista para colarse al área y de frente a Marchesín, tocar lateral para Osorio, quien sin marca mandaría un pase a la red. 1-4 global que se leía en chino para los locales.

El balde con agua fría caló hondo en el ánimo crema, que tardó en reaccionar. Tenían la pelota sin saber que hacer con ella. Las jugadas de peligro no llegaban y de inicio, no se veía por donde el muro rojo pudiera ser derribado.El primer aviso finalmente llegó. Ibargüen se animó a desbordar por derecha y meter un centro al que Paul Aguilar llegó como saeta para tenderse de palomita y rematar con potencia una pelota que Bono sacó de forma providencial. Había una ligera señal de vida.

Un par de minutos después, Aguilar hizo lo propio por derecha. Servicio al movimiento de Peralta que este intentó desviar a segundo poste. La bola pasó apenas a centímetros.

Esa par de aproximaciones fue todo lo que las Águilas consiguieron. La desesperación se notaba en su accionar desde antes de irse al descanso, a sabiendas de que conseguir al menos tres goles representaría toda una hazaña.

Sin nada que perder, Herrera se la jugó con canteranos para el complemento. El “Wero” Díaz y Diego Lainez fueron las cartas del técnico americanista, y el segundo trató de justificar de inmediato su entrada cuando se metió a velocidad por izquierda y le dio un toque retrasado inmejorable a Peralta, pero el camiseta 24 la desperdició de forma increíble.

Díaz intentó lo propio. Centro al área que Alex anticipó de cabeza, pero Bono no tuvo problema en mandar a tiro de esquina. Ibarra probó de media distancia, pero nada parecía dar resultado.

El cronometro se convirtió en un enemigo más de la causa americanista. Los minutos avanzaron sin marcha atrás y la sentencia definitiva cada vez estaba más cerca.

El torrencial aguacero fue comparsa en la tragedia azulcrema. Esta vez no hubo épica ni una remontada para recordar. El resultado terminó por ser el reflejo de lo que la eliminatoria exhibió; un Toronto ordenado y contundente por encima de un América inoperante.

En el cierre, un penalti a favor de América fue bien convertido por Uribe, pero el tiempo ya no daría para más. El sueño del Mundial de Clubes y el Clásico en la final concluyó. América firmó el fracaso internacional en su propia casa.

Con información de Diario Esto.

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