Sir William Herschel, uno de los astrónomos más importantes

0
1975

Quizá hayas oído hablar en alguna ocasión de Sir William Herschel. Entre otros logros, está el de descubrir el planeta Urano y varios satélites alrededor del resto de planetas gigantes del Sistema Solar. No contento con eso, también creó un catálogo de unos 2.500 objetos celestes. Pero Herschel no comenzó su andadura como astrónomo, si no como músico, haciendo válido aquello de que nunca es tarde para comenzar…

La devoción por la música venía de su padre

Retrato de Sir William Herschel. Crédito: Lemuel Francis Abbot.

Retrato de Sir William Herschel.
Crédito: Lemuel Francis Abbot.

Friedrich Wilhem Herschel nació en Hannover (Alemania) el 15 de noviembre de 1.738. Fue uno de los diez hijos del matrimonio de Isaac Herschel con Anna Ilse Moritzen. Su padre era un oboísta en la banda militar de Hannover, y no es sorprendente saber que tanto Wilhem (como su hermano Jakob) siguieron sus pasos como oboísta. Ambos se unieron, como oboístas, a la banda del regimiento de los Guardas Hannoverianos. En 1.755 fueron enviados (junto al resto del batallón) a Inglaterra, aunque volvieron poco más tarde debido a la amenaza de guerra entre Francia y Hannover.

Sea como fuere, el caso es que, a finales de 1.757, tras la derrota en la batalla de Hastenbeck, su padre decidió enviar a sus dos hijos a buscar refugio en Inglaterra. Mientras Jakob sí había recibido permiso para abandonar el regimiento, Wilhem fue acusado de deserción (algo que sería perdonado por el rey británico Jorge III en 1.782). Con 19 años, Herschel demostró ser un gran estudiante de la lengua inglesa, y adaptó su nombre al idioma: Frederick William Herschel.

Partitura de la sinfónia nº 15, escrita por Herschel. Crédito: Sir William Herschel

Partitura de la sinfónia nº 15, escrita por Herschel.
Crédito: Sir William Herschel

Además del oboe, llegó a tocar el violín, el clavicémbalo y el órgano. Compuso diferentes obras, incluyendo 24 sinfonías, varios conciertos y música religiosa… Durante los años posteriores a su llegada a Inglaterra, Herschel continuó ejerciendo como músico a lo largo del país (en Sunderland, Newcastle, Leeds y Halifax). En 1.772 llegó a Inglaterra su hermana Carolina (y sí, también compartía la afición a la música, era soprano)… y ella también dejó su huella en la astronomía (aunque ese será un artículo para otra ocasión, porque bien merece su propia entrada).

La astronomía se abrió paso

La Nebulosa de Orión. Crédito: NASA, ESA, M. Robberto (Space Telescope Science Institute/ESA) and the Hubble Space Telescope Orion Treasury Project Team

La Nebulosa de Orión.
Crédito: NASA, ESA, M. Robberto (Space Telescope Science Institute/ESA) and the Hubble Space Telescope Orion Treasury Project Team

En realidad, la transición a la astronomía fue más natural de lo que se pudiera pensar. Su afición por la música le llevó a interesarse por las matemáticas y la óptica, y su interés por la astronomía fue creciendo con el paso del tiempo. Sólo un año después, en mayo 1.773, comenzó a observar los planetas y las estrellas, y un año después, el 1 de marzo de 1.774, comenzó un diario astronómico en el que anotó sus observaciones de los anillos de Saturno y de la Gran Nebulosa de Orión (Messier 42).

Sus primeros trabajos se centraron en la búsqueda de parejas de estrellas que, visualmente, parecieran estar muy cerca. Los astrónomos de la época esperaban que los cambios (a lo largo del tiempo) de la separación aparente, y la ubicación de esas estrellas, sirviese para tener evidencias sobre el movimiento de las estrellas y su distancia a la Tierra. A lo largo de los años, descubrió muchos sistemas binarios y múltiples, que recopiló cuidadosamente desde 1.779 en diferentes catálogos.

En total, calculamos que descubrió unos 800 sistemas de estrellas binarias o múltiples, y su trabajo en este campo sirvió para establecer los pilares de todo lo que rodea a la astronomía sobre las estrellas binarias moderna. Sus catálogos no fueron actualizados hasta 1.820 (su última actualización fue en 1.803)…

Urano, el planeta escurridizo

Réplica de un telescopio similar al que utilizó William Herschel para descubrir Urano. Crédito: Mike Young

Réplica de un telescopio similar al que utilizó William Herschel para descubrir Urano.
Crédito: Mike Young

El 13 de marzo de 1.781 (mientras estaba inmerso en su búsqueda de estrellas binarias), Herschel vió un pequeño objeto que parecía un disco. Inicialmente pensó en un cometa o un disco estelar, pero después de varias noche de observación, vio que se movía lentamente a lo largo del firmamento. De ahí dedujo que tenía que ser un planeta más allá de la órbita de Saturno. Lo llamó Georgium Sidus (Estrella de Jorge) en honor al rey Jorge III. Por su descubrimiento, William fue nombrado caballero y se convirtió en astrónomo de la corte.

Pero ese nombre no perduró durante mucho tiempo. En Francia, donde se evitaba nombrar al monarca británico, el planeta era conocido, simplemente, como ‘Herschel’, hasta que recibió el nombre por el que lo conocemos todos en la actualidad: Urano.

El Catálogo Messier y el Nuevo Catálogo General

Encélado Crédito: Cassini Imaging Team, SSI, JPL, ESA, NASA

Encélado
Crédito: Cassini Imaging Team, SSI, JPL, ESA, NASA

A raíz del descubrimiento, el genial astrónomo fue elegido miembro de la prestigiosa Real Sociedad de Londres para el avance de la ciencia (ese es el nombre completo), donde recibió una copia del catálogo de Charles Messier. En 1.783 comenzó su propio análisis del cielo, desde lo alto de una escalera, observando el firmamento con su telescopio y describiendo los objetos que veía. Su hermana, Carolina tomaba nota de los hallazgos.

En un período de 20 años (de 1.782 a 1.802) Herschel descubrió más de 2.400 objetos, que definió como nebulosas (no porque lo fuesen, si no porque era el término que se empleaba en la época para definir cualquier objeto astronómico difuso, incluyendo las galaxias que estaban más allá de la Vía Láctea), y también observó los objetos que ya habían sido documentados por el propio Charles Messier.

La galaxia espiral regular NGC 2.683 descubierta por (oh, sorpresa) William Herschel. Crédito: ESA/Hubble y NASA

La galaxia espiral regular NGC 2.683 descubierta por (oh, sorpresa) William Herschel.
Crédito: ESA/Hubble y NASA

Su última edición del catálogo se dividía en ocho categorías: nebulosas brillantes, nebulosas tenues, nebulosas muy tenues, nebulosas planetarias, nebulosas muy grandes, cúmulos ricos en estrellas y muy comprimidos, cúmulos de pequeñas y grandes estrellas, y, por último, cúmulos de estrellas desperdigadas. Pero no se quedó ahí, sus descubrimientos fueron completados con los hallazgos de su hermana, Carolina Herschel (11 objetos) y su hijo, John (al que le corresponden otros 1.754 objetos). Fue este último el que, en 1.864, publicó el Catálogo General de Nebulosas y Cúmulos.

Ese catálogo siguió siendo ampliado, con nuevos descubrimientos, por parte de los astrónomos del siglo XIX, y se volvió a publicar en 1.888 con un nuevo nombre: el Nuevo Catálogo General, conteniendo 7.840 objetos del espacio profundo. Quizá el nombre no te diga nada… pero seguro que la abreviatura sí. ¿Alguna vez has visto objetos del espacio profundo con abreviaturas como NGC 2683? Como ya habrás deducido, ese NGC proviene del nombre inglés de la publicación: New General Catalogue. Todavía hoy en día usamos la numeración de ese catálogo.

Su pasión por los telescopios

El telescopio de 40 pies de Herschel. Seamos sinceros. Muy manejable no parece... Crédito: Andrew Bell y Colin Macfarquhar

El telescopio de 40 pies de Herschel. Seamos sinceros. Muy manejable no parece…
Crédito: Andrew Bell y Colin Macfarquhar

A lo largo de toda su carrera, William Herschel construyó más de cuatrocientos telescopios. De todos cuantos construyó, el más famoso fue un telescopio al que conocemos como el telescopio de 40 pies: tenía un espejo principal de 1,26 metros de diámetro y una lente focal de 12 metros. Fue el más grande de la época.

Aunque estaba basado en el diseño de los telescopios reflectores (que seguimos utilizando en la actualidad), Herschel decidió eliminar un pequeño espejo diagonal (los espejos de metal que se empleaban para esa función, en aquella época, tenían una reflectividad bastante mala) que era común en el diseño ideado por Newton. En su lugar, optó por inclinar el espejo principal para poder ver la imagen de manera directa.

Los resultados no se hicieron esperar, en su primera noche de observación con su nueva creación, el 28 de agosto de 1.789, descubrió una nueva luna de Saturno: Encélado. Poco después (en septiembre) descubrió Mimas, otro satélite del planeta. Pero el telescopio resultó ser demasiado difícil de manejar, así que, muy a a menudo, el astrónomo recurría a telescopios más pequeños.

Otros descubrimientos

Una imagen de Titania, capturada por la Voyager 2. Crédito: NASA/JPL

Una imagen de Titania, capturada por la Voyager 2.
Crédito: NASA/JPL

Además de Encélado y Mimas, Herschel descubrió otros satélites (dos años antes, en 1.787, había descubierto dos satélites de Urano: Titania y Oberón. No contento con ello, también descubrió la inclinación del eje de marte, que sus regiones polares cambiaban con las estaciones del planeta, y además propuso el termino asteroide. Su estudio del movimiento de las estrellas le sirvió, también, para darse cuenta de que el sistema solar se mueve a través del espacio, y fue capaz de deducir la dirección aproximada de ese movimiento.

Para rematarlo, en 1.800, William realizó un experimento para determinar la temperatura de los diferentes colores de la luz del sol al pasar a través de un prisma. Decidió colocar un termómetro en la zona más allá del color rojo y descubrió que la temperatura era aún más alta que la analizada en el espectro visible. Es lo que hoy conocemos como radiación infrarroja (y por eso el observatorio espacial infrarrojo de la Agencia Espacial Europea lleva su nombre).

Un legado espectacular

Herschel falleció en 1.822, a los 84 años. Hoy en día, varios cráteres de la Luna, Marte y Mimas llevan nombres en su honor. El asteroide 2000 Herschel lleva su nombre, y el símbolo del planeta Urano tiene una H mayúscula en su honor. En definitiva, las aportaciones de Sir William Herschel al campo de la astronomía han perdurado hasta nuestros días. Fue uno de los astrónomos más importantes de cuántos hemos conocido.

Y ese legado no terminó con él, su hermana, Carolina, y su hijo, John, también realizaron importantes aportaciones al mundo, pero eso será algo de lo que hablar en otra ocasión…

Con información de Astrobitacora.com

Comentarios de Facebook