Reinado efímero

    Por Marcos Durán Flores

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    En sus 4,500 millones de años de historia, nuestro planeta enfrentó desastres que casi acaban con él. En todas las grandes eras, la tierra ha sufrido catástrofes naturales con la caída de meteoritos, erupción de volcanes y dramáticos cambios climáticos que causaron extinciones masivas que en algunos casos afectaron al 96% de la vida. Antes de la aparición de los seres humanos, existieron especies que dominaron la vida en el planeta por millones de años. El primer gran depredador, existió durante la era Paleozoica en un mundo que se desarrollaba enteramente en los océanos.  Fue el “Anomalocaris”, una especie de pulpo que estaba a la cabeza de la cadena alimenticia que dominó alrededor de 15 millones de años, desapareciendo hace 510 millones de años.

    El “Orthoceras”, fue otra especie de los mares que reinó 50 millones de años y se extinguió hace 450 millones. Al “Orthoceras” le siguió el “Brontoscorpio”que habitó hace 400 millones de años durante la era paleozoica. Se trataba  de un gran escorpión que dominaba la tierra y el mar. El “Dunkleosteus”, fue un enorme pez que pesaba tonelada y medía más de seis metros. Este “monstruo” dominó la tierra durante casi 50 millones extinguiéndose hace 350 millones de años.

    Fue en la era Mesozoica en que aparecieron los dinosaurios. De estos grandes depredadores el más destacado y temible de ellos era el Tyrannosaurus rex, un vertebrado que estaba a la cabeza de todos los ecosistemas del mundo hace 250 millones de años y que cuyo reino duró 160 millones más. La teoría más aceptada es que los dinosaurios se extinguieron a causa de un meteorito que habría caído hace 65 millones de años en la hoy península de Yucatán y cuyos efectos como la ceniza, derivada del impacto, habría acabado en escasos 300 mil años con todos los animales, plantas y casi cualquier forma de vida. Fue en la era Cenozoica, iniciada hace 65 millones de años en que surgieron los antepasados de los mamíferos que hoy conocemos.

    La ciencia ha demostrado que todas las especies de animales y plantas que vivieron en las eras pasadas sufrieron un mismo destino: La extinción. Con algunas diferencias de tiempo, todas las especies dominaron la tierra por periodos superiores a los 50 millones de años y ninguna de ellas tenía la capacidad de pensar.

    La única especie con la capacidad de hacerlo, apareció sobre la faz de la tierra hace apenas 1.6 millones de años, en el Pleistoceno. Los humanos vagamos durante millón y medio de años evolucionando hasta convertirnos en la especie dominante del planeta. Lo hemos sido durante los últimos 12,000 años en que empezamos a desarrollar lo que conocemos como humanidad. Desde entonces, la primera civilización conocida surgió hace 4,000 años con los Sumerios. Siguieron los Egipcios, Chinos, Indios y Europeos. Tan solo 2,400 años transcurrieron desde que los griegos imaginaron la democracia y la forma en que los humanos debíamos de gobernarnos y hace 2,100 años, los romanos forjaron uno de los imperios más fabulosos de la historia. Galileo volteó a los cielos hace 500 años y bastaron 160 años, desde la Revolución Industrial para contaminarlo todo. Pero los científicos aseguran que hoy está en marcha una nueva extinción y ahora no por causas naturales. Es la del periodo Holoceno, causada por el hombre que ha sobrepoblado el planeta, depredando el entorno y acabando con sus recursos naturales. Los humanos no podemos parar de destruir y unos cuantos miles de años han sido suficientes para demostrar de lo que somos capaces.

    Guerras, religiones, pobreza, avaricia y ambición de poder es lo más sobresaliente que pudimos hacer con el más grande de los avances de una evolución que ha tomado 4,500 millones de años: la mente y su extraordinaria capacidad para razonar.  Así que piénselo de nuevo e imagine ¿Cuántos años más estaremos en la tierra dominado lo que quede de este planeta? ¿10,000 o 12,000 años más?. Con toda seguridad, seremos la especie sobre la tierra que más rápido se extinguió . El escritor estadounidense T.S. Eliot, Premio Nobel de Literatura, no pudo escribirlo mejor en su poema “Los hombres huecos”: “Así es como termina el mundo, no con una explosión, sino con un lamento”.

    @marcosduranf

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