¡Inquietante! Que en la franja fronteriza de Coahuila, deambulen en estos días, en estas horas, bandas de delincuentes, armados hasta los dientes, buscando dominar territorialmente esa zona calve para las actividades que tienen que ver, ahora, con el trasiego de personas y drogas y que al parecer llegan cual éxodo desde el vecino Estado de Tamaulipas para sentar sus reales una vez que en ese estado, han agotado, por ahora, sus posibilidades de dominio.
Se sabe que ganaderos de la zona, reciben ofertas jugosas por la venta de sus agostaderos que contiene veredas y caminos que facilitan ese trafico criminal. A la fecha, elementos Fuerza Coahuila en unidad con elementos del ejército, han logrado enfrentar con relativo éxito sus acometidas, exhibiendo con ello, la decisión del Gobierno de Coahuila de someterlos a la ley, así sea ésta la del oeste y que ya se advertía desde los hecho suscitados en un pasado domingo en la ciudad capital Saltillo, pero los vecinos que llegan desde tales sitios a estas tierras, narran hechos con preocupación de tales presencias.
En Torreón, ya ve Usted, no solo aumentan las muertes por accidentes de tráfico, sino de hecho no disminuyen los homicidios dolosos, esos que dejan evidencias de otros tiempos de triste recuerdo para los laguneros.
Y también de preocuparse, la actitud asumida por algunos miembros de la bancada panista del Cabildo de Torreón, al tolerar, permitir e incluso consentir, que funcionarios menores de la presente administración municipal que encabeza el alcalde Jorge Zermeño Infante, exhiban conductas por demás inadecuadas de un servidor público, como es el caso que escenifica esta semana Antonio Zarmarrón, Director de Comunicación Social, que cual si fuera émulo del Mister Hyde y el Doctor Jekyll ha tenido deplorable transformación, en el ejercicio de tal encargo.
El susodicho, flaco favor le hace al alcalde Zermeño Infante, a quien puede acusarse de muchos defectos, pero entre ellos no figura el ser un sujeto mal educado, si bien se enfurruña muy seguido, no pierde los estribos, pero Zamarrón sí, y su ego le da para arriba, olvidando modestia y urbanidad alguna, ya no solo ante quienes forman parte del segmento al que deben de estar dedicados sus afanes y obligaciones, es decir, los siempre molestos reporteros y demás miembros del Sector de los Medios de Comunicación, a quienes no hace merecedores tan siquiera de sus saludos, mucho menos, pero menos de sus “atenciones” alzándose cual si fuera algún mirlo blanco perdido en el pantano de las administración pública, pues de ahí no sale desde hace ya muchos ayeres, luego de fugaz paso como un reporterito de escasa trayectoria, pero alguna habilidad posee para sus empleadores, pero aun desconocida para el gran público, que sujetos políticos con el ex priista hoy gobernador panista de Durango lo sustrajo de su modesto camino reporteril y lo incorporó a su staff de Medios, de donde, Jorge Zermeño lo rescata, agradecido quizás por los buenos “jales”, que le había hecho con la prensa rosa, previo a su designación como embajador de México ante España y no mas.
Hoy resulta de que Antonio Zamarrón, soberbio, subido a algún metafórico ladrillo, burla y se burla de la obligación que tiene como servidor público de rendir cuentas, le guste o no, ante los regidores y síndicos del Cabildo, que son superiores en jerarquía como cuerpo edilicio, pues le guste o no proceden, de una elección constitucional.
Su conducta demerita a todooo el cuerpo edilicio, mas aun a los regidores panistas que cual corifeos se le unen a tales actitudes, sino, al tiempo.
Y en esto de las celebraciones, ya en puerta, el próximo mes de junio, la Camerata de Coahuila alcanzará sus primeros 25 años de vida. Un cuarto de siglo ya que afanes de un grupo de laguneras, que encabezó entre otras, la siempre diligente Lucrecia Martínez de Santibañez, decidió lanzarse a la creación de de una institución musical como hoy lo es ya, la Camerata, tal acción y el camino recorrido para concretarla, no fue ni ha sido nada fácil, pues en principio se debió contar con la voluntad política y sobre todo los recursos económicos necesarios que fueron aportados, en ese singular tiempo mexicano que fue el año 1994, del Gobernador de Coahuila en ese entonces Rogelio Montemayor Seguy y del alcalde Carlos Román Cepeda, y sus esposas Lucrecia Solano y Amalia López Denigris que convocaron y conjuntaron a voluntad a sus integrantes y que transformada luego, en pequeña, pero poderosa “corte” desde donde se pretendió regentear a alguna hipotética y ascendente clase social y política, que finalmente solo dejó en términos históricos, interesantes anécdotas entre sus participantes. No mas.
La institución musical probó eso sí, sus bondades y se asentó como parte ya de la identidad lagunera, que puede presumir el contar hoy con una institución musical de primer nivel y que ha tenido en el Maestro Ramon Shade persistente director.
Por cierto, trasciende que ya esta en imprenta, el libro a cargo de Maria Isabel Saldaña, que narra la historia de la Camerata y de sus fundadores. Y se anuncian ya actividades culturales conmemorativas.
Y nada que ¡cuasi cayó! Germán Martinez, el panista que diera, sin pudor alguno un vuelco ideológico de 360 grados para caber en la órbita morenista, primero como senador y luego como Director del IMSS y participar así, en el poder en finalmente en una transformación de cuarta y al toparse con el poderoso Ministro de Hacienda Carlos Urzúa. La desgranada de esta mazorca apenas ha empezado.
Y hoy también a 44 años de haberse creado el estatuto que da vida jurídica a la Universidad Autónoma de Coahuila, será sometido a plebiscito, con la propuesta elaborada exprofeso en la presente administración universitaria del Rector Salvador Hernández Velez, hasta el momento tal cambio de fondo, no ha contado problema alguno, pues se reconoce el rezago ya histórico en esta materia de que bien adoleciendo la máxima casa de estudios en Coahuila y que hoy por hoy, es toda una camisa de fuerza, que impide contar con los elementos, las herramientas para que la institución se adapte a los tiempos presentes.
También y hay que decirlo, se contó con la voluntad política necesaria para que tal proceso de renovación se haga como se está haciendo hasta este día; sin alteración alguna generada por intereses legítimos o no en este proceso. Bien por todos.
