¡Vaya estilo personal de gobernar! El que se gasta nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, afanado parece, por centralizar funciones que son ajenas a su cargo -bastantes y complejas solo las que le competen como titular del Poder Ejecutivo Federal-, algunos dirían que es ya víctima ya de un narcisismo, que quizás desate el poder y con que nutre su diaria aparición mañanera con la que arranca el día a día desde de su gestión y que han bastado para desdibujar, a su ya desdibujado gabinete. No hay tema que no aborde, con necesidad o sin ella, no solo para proferir mensajes, lanzar cartillas morales, son para revindicar temas que fueron bandera en sus largas campañas electorales conocidas ya, hasta la saciedad por los mexicanos todos.
Y nada, que “el pueblo bueno” no aprende rápido, o no entiende o no quiere entender y el robo de gasolinas sigue con todo y la trágica cosecha de personas fallecidas, solo en la hoy ya famosa ‘”toma” de Tlahuelilpan, Hidalgo y las que sigan.
Hoy domingo emprendió otra campaña, mas noble, como lo es la de la de fomentar la lectura, sin duda objetivo loable, pero que en sentido estricto le correspondería emprender es a quienes laboran para la Secretaría de Educación Pública, curiosamente ausente en el presidium de tal acto.
En tanto por acá, en La Laguna, ni por casualidad la población tienen conocimiento de dónde y cómo habrán de integrase los padrones de beneficiarios de muchos de los programas anunciados a diario por el Presidente, que parece imitar y con ganas, la verborrea que registró y registra aun, el ex Presidente Vicente Fox, cual chachalaca mayor.
En fin, la vida sigue y una vez conocida la versión oficial de que fue suicido, la muerte del empresario Carlos Martin Bringas, la leyenda nace, para circular profusamente en las incansables redes sociales, versiones diametralmente opuestas, alimentada quizás por la prominencia económica del desaparecido y la certeza del dicho que afirma aquello de que “el dinero, no compra la felicidad”.
Y vaya, muestra de los complejos vientos que corren estos días en todos los escenarios sociales y políticos del país, y que no son otros que los del cambio y de los cuales la comarca no es ajena, diremos que ¡al fin! sacudieron las orejas ciertos sujetos que en su ámbito, como lo es el del tema verde, es decir, el tema ambiental, han forjado una trayectoria y que por ello precisamente fueron incorporados desde el año anterior como parte del Consejo Municipal del Medio Ambiente, apenas ratificado el pasado 23 de enero en sesión muy concreta de la Comisión de regidores que la integran y pasada también para su votación en el Cabildo de Torreón, pero ahora resulta que cinco de sus miembros, esto es, Francisco Valdes Perezgasga y Gladys Aguirre, del Grupo “En Defensa del Nazas” A.C., así como María del Pilar López, de “Encuentro Ciudadano por el Agua”, Gerardo García Vargas de “En Defensa del Medio Ambiente” y Jorge Alberto Vergara de “Ruedas del Desierto” le aventarán tal arpa al alcalde Jorge Zermeño Infante, solo tres días después de haber sido ratificados en esa representación, debido a que “no son oídos, muchos menos integrados”, en as decisiones que se toman en el tema por parte de Felipe Vallejo, director de Medio Ambiente de la administración pública de Torreón.
Tales bajas le deberá preocupar sin duda al alcalde Jorge Zermeño Infante y dejar de practicar la política del avestruz, pues conocida es la pasión -otros dicen que la virulencia-, que en defensa de sus ideas o posturas sobre estos, exhiben y han exhibido al menos dos de los renunciantes. A saber Francisco Valdés Perezgasga, conocido como “el ambientalista non” en La Laguna, “alma” de Biodiversa y el Doctor Gerardo García Vargas, este ultimo quien ganara su reconocimiento en el caso que afectaba a mas de 40 mil niños emplomados por las emisiones tóxicas de Zinc y Plomo , a cargo de la empresa Peñoles a mediados de la década de los años noventa.
Y en efecto, uno de los magistrados que conforman la Sala Regional del Poder Judicial del Estado, con sede en Torreón, se encuentra a punto de ser trasladado a la capital de Coahuila, no se sabe en calidad de qué, si de renunciante o simplemente es un cambio de adscripción, pero juran que éste no es de modo alguno el Magistrado Jesús Sotomayor Garza con todo y la pesada loza de silencio que envuelve éste y otros temas que tienen su epicentro en esa Sala de Justicia coahuilense. Lo que si es interesante es el destino final que laboralmente alcancen los jueces -ahora en capilla-, suspendidos de sus funciones, debido a que aparecen involucrados en cientos de casos que pasaron por sus manos y dictar y ejecutar sentencias que despojaron de sus vivienda, en algunos de los mas de 16 mil casos de este orden que se realizaron en Coahuila, a partir del año 2013 y hasta el pasado 2018, a viviendas adquiridas a través del Infonavit y que por diversas razones, los adquirientes dejaron de pagar alguna mensualidad, detallito que sirvió para que tales propiedades fueran rematadas, sin “del debido proceso”, ya que incluso algunos de los afectados no tuvieron ni siquiera la elemental notificación y que fueron vendidas a fantasmales compañías a precios de risa, con la obvia colusión de funcionarios, jueces y “vivillos” empresarios, de esos, que por desgracia abundan en nuestro país, funcionarios entre lo que por cierto, se menciona, con insistencia a un regidor del vecino municipio de Gómez Palacio y que en esos tiempos fungía como alto funcionario del Infonavit, licenciado José Lorenzo Natera.
Lo que extraña es el alto número de juicios tan similares en su litis, no hiciera “parar antenas” a alguno de los Magistrados revisores, de esta índole y tales sentencias pasaron por las manos y la determinación de seis, sí, seis jueces locales y 11 Secretarios y no hubo Magistrado “picudo” que detectara anomalía alguna.
Diremos que a la fecha solo uno de los miembros de este singular lote de juzgadores solicitó y obtuvo Amparo para su reinstalación tras ser suspendido, los otros, andan por ahí y son Carlos Santiago Charles Lozoya, Juan Gallegos Márquez, Guillermo Martínez y Jaime Arturo Miramontes Galarza.
El daño registrado al patrimonio del Infonavit, no es menor y no se diga al daño que registraron los 16 mil coahuilenses afectados, sino los que hasta llegar a mas de 100 mil también que bailaron en esta danza.
Y mas extraño aun, que tan voluminoso caso, no haya ameritado aun, comentario alguno de parte de las números y pomposas Barras y Colegios de Abogados, cuyos membretes aparecen de cuando en cuando solo para felicitarse mutuamente. Por cierto, uno de sus dirigentes, muy controvertido por cierto, se le imputa haber sido uno de los beneficiarios de esta ‘”magna” operación aun impune.