Pierde Coahuila a uno de sus 3 mejores requintistas

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  • Juanito, Juan José Puente ya descansa en su natal Sabinas
  • La razón de una madre: vine a cuidarlo no a llevármelo
  • La bohemia de luto

VOY CON MI HACHA (ADOLORIDA)

 Para mi amigo tan querido Juan José Puente Guardiola, la ciencia médica agotó las posibilidades que siguiera viviendo. Ni quimios ni medicamentos, fueron suficientes para  salvar a Juanito, requintista único e irrepetible, un virtuoso del requinto, en una tierra como Coahuila donde abundan los buenos, buenísimos músicos y requintistas de alta gama como el Ingeniero Horacio Hernández Otzuka y Claudio Muñiz y por supuesto Juanito, como le llamábamos en aquellas tardes de bohemia.

Como en esos largos meses en que grabamos aquel disco donde él con su requinto y el arquitecto Jesús Martínez Gaona me acompañaron en las canciones románticas.

Y Gloria Cervantes-Martínez nos premiaba con el catering.

Nos reuníamos por el gusto de vernos, de oírnos.

Yo le decía que por el apellido le venía el arte para tocar el requinto, por don Gilberto Puente, su  ídolo, que murió el 15 de este mismo mes y con quien nada que no fuera el arte, lo unía. Simple y curiosa coincidencia en el apellido.

Y así, juntos,  pasamos los cumpleaños de todos y las reuniones en las casas de todos.  Nada hacía suponer que estaba enfermo, ni levemente mal, y mucho menos tan mal.  Un día lo atacó un enorme dolor en la espalda y en el IMSS de esas veces en que tenían todo para que se le practicaran estudios tipo muy especializados, revelaron el origen de tan serio malestar.

A sus 41 años tenía  cáncer cuyo inicio desconoce la ciencia porque ya había metástasis  a órganos vitales como los riñones, el pancreas, los pulmones y no se donde más.

Se redujeron sus posibilidades de vida y apenas alcanzó el tiempo que el quedaba de acuerdo a su enfermedad. Para Semana Santa estaba muy bien.

Ayer las mujeres de su vida lucían desconsoladas.

Su esposa esposa: Lizeth Mendez Rodríguez y su mamá doña Idalia Guardiola Quintanilla,  sostenía que ella vino de Sabinas a Saltillo, a cuidar a su hijo en su enfermedad, no a llevárselo.  Los restos de Juanito regresaron a su tierra natal, Sabinas Coahuila, donde será sepultado..

Pero antes de ello, la familia dispuso que sus amigos lo acompañáramos por 120 minutos lapso en el cual, prácticamente todos los tríos, cuartetos y hasta una rondalla llenaron con sus voces la capilla ardiente entonando canciones que alguna vez cantaron con él.

Ahí, la familia del requintista pudo constatar todo lo que sus amigos, lo apreciábamos. Imposible no referirnos al fraternal y entrañable cariño entre el arquitecto Jesús Martínez Gaona y su hermano el ingeniero Manuel Martinez Gaona, con Juan José Puente Guardiola , a quien jamás dejaron solo y lo apoyaron en todo lo necesario organizando shows y otros eventos para reunir fondos.

Todavía un par de horas antes,   Jesús y otro igualmente inseparable amigo, el ingeniero Eduardo Garza Martínez, estuvieron a saludarlo en el hospital donde se encontraba estaba internado desde varios días antes y tuvieron la oportunidad de platicar, aunque brevemente, con él. Eran sus últimas horas.

Pasadas las nueve de la noche, llegó el final.

Sin embargo algo de él deja en cada uno de nosotros: su bonhomía, sin dejar de lado todo lo que comunicaba su persona: amabilidad, don de gentes, educado, y varios etcéteras más.

Sus cuates nos encargaremos de que su arte en la ejecución del requinto, no se pierda.

Descansa en paz amigo qurido.

Vuela muy alto Juanito. Siempre te extrañaremos.

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