“Ya sale mi niña a decir la verdad”, afirma el padre de Debanhi Escobar

Al concluir el proceso de exhumación, Mario Escobar expresó su confianza en que el nuevo análisis forense aclare en definitiva las causas del deceso de la joven.

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MONTERREY, N. L. (apro).- Al concluir esta tarde el proceso de exhumación del cadáver de Debanhi, en un cementerio de Galeana, su padre, Mario Escobar, se dijo confiado en que el análisis forense que le realizarán los expertos arroje los resultados que aclaren, en definitiva, las causas de su deceso.

“Fue un momento muy doloroso, pero ya sale mi niña a decir la verdad. Es lo que busco, y estoy tranquilo porque en unos minutos nos trasladamos a Monterrey y que ya los expertos hagan su trabajo”, dijo este mediodía en el exterior del Panteón de Laguna de Labradores, donde había sido sepultada la estudiante de Leyes, el pasado 23 de abril.

La diligencia efectuada en el cementerio de este municipio ubicado 250 kilómetros al sur de la capital fue breve, calurosa e intensa.

Especialistas forenses, encabezados por José Mario Nájera Ochoa, originario de Guatemala, extrajeron de la fosa el féretro, para efectuar un tercer análisis sobre el cuerpo de la joven Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, quien fue hallada sin vida el 21 de abril en el fondo de la cisterna de un motel en el municipio de Escobedo.

Después de que fue sacado el ataúd, sus restos mortales fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense, en el Hospital Universitario, donde serán efectuadas todas las nuevas pruebas periciales, cuyos resultados serán entregados dentro de las siguientes 72 horas.

Protocolo

La diligencia forense, sin precedente en el país, en la que participaron unas 50 personas entre médicos, elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y hasta trabajadores de los servicios funerarios de la localidad, fue seguida por unos 30 periodistas de medios nacionales e internacionales que acudieron al camposanto, ubicado en una colonia del barrio Jalisco.

El convoy de unos 10 vehículos llegó a las 9:20 y 10 minutos después los policías municipales de Galeana pidieron a reporteros y familiares que abandonaran por completo el panteón, mientras los especialistas forenses hacían lo propio desalojando el lugar por el portón principal.

Frente a la capilla de dos fosas con tres gavetas cada una, donde descansa únicamente el cuerpo de Debanhi, el Instituto de Criminalística y Servicios Periciales instaló un toldo que fue como el centro de operaciones para destapar la lápida.

A unos 50 metros de distancia, en un perímetro establecido por policías con cinta amarilla, los periodistas escuchaban los sonidos de picos, cinceles y cuñas, así como de una sierra eléctrica que, suponían, usaron los empleados de la Funeraria San Martín para acceder al féretro.

Junto a los reporteros expectantes se encontraban, también, enviados de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV).

Finalmente, a las 12:20 fue colocada como pantalla una sábana blanca que impidió que los reporteros captaran imágenes del traslado del ataúd de la fosa a la camioneta del Servicio Médico Forense, donde fue colocado el contenedor con los restos de la joven, que fue vista con vida por última vez la madrugada del 9 de abril, cuando el chofer de un auto de alquiler la dejó abandonada en la Carretera a Laredo.

Luego de que el féretro estuvo en su lugar, la comitiva se entretuvo en la firma de numerosas actas, que debieron leer y firmar cada uno de los involucrados, por lo que salieron del panteón hasta las 14:00 horas.

Mientras era desmontado el improvisado campamento, Mario Escobar se aproximó a los comunicadores para decir que estaba confiado en que los análisis periciales de homologación finalmente arrojen resultados definitivos sobre las causas de la muerte.

“Esta es la primera vez que se realiza una situación de esta magnitud en Nuevo León. Es entendible de que comenzáramos a organizarnos, pero de alguna manera se hicieron los trabajos y estamos tranquilos porque se hicieron correctamente, con cuidados. Me preguntaron permanentemente si estaba de acuerdo en lo que hacían y cómo estaba enterrada mi hija” explicó Escobar, quien fue la única persona que dio entrevistas.

Para la Fiscalía Especializada en Feminicidios el hecho trágico es un accidente en el que Debanhi perdió la vida, al golpearse la cabeza cuando cayó en la cisterna del Motel Nueva Castilla.

El padre se mantiene aún con la hipótesis de que su hija fue asesinada en otro lugar y su cuerpo sembrado en la fosa con agua.

Dijo que cuando sepulten de nuevo a su hija, esta vez de manera definitiva, en la misma fosa, celebrará una misa para cerrar este ciclo y dejar que su alma descanse.

Cuando los visitantes se retiraron en tropel, quedó en la capilla una cinta amarilla que impide el acceso, y la fosa abierta, donde se observan tablas, una reja metálica de albañilería que protegía el ataúd y un racimo de globos morados que fueron dejados en la tumba el día que sepultaron a Debanhi.

Con información de www.proceso.com.mx

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