En ciudad Acuña, al norte de Coahuila, los hermanos Valeriano, de 5 años, y Rosa María, de 1 año, murieron intoxicados y calcinados por un incendio en su casa cuando sus padres salieron y los dejaron solos en el tejabán donde vivían.
“Cuando regresamos la casa estaba envuelta en llamas, entramos a sacarlos pero ya estaban todos quemados y no tenían signos vitales“, dijo a la policía Valeriano Rodríguez Odell, de 36 años, padre de las víctimas. Ambos padres sacaron en brazos los cuerpos inertes de los dos menores, y al ver que estaban sin vida lloraron su muerte.
Las autoridades que acudieron al lugar del siniestro no pudieran hacer nada por los pequeños porque llegaron cuando habían fallecido.
Los hechos ocurrieron el domingo por la noche en la calle Pino Suárez en la colonia Santa Cecilia, sector popular de la ciudad fronteriza de Acuña que colinda con Del Río, Texas, Estados Unidos. “Los niños estaban dormidos y nosotros fuimos a comprar algo para cenar“, dijo el hombre a la policía.
Sandra María Odell, de 28 años y madre de los pequeños, tampoco daba crédito a lo que ocurría, como vecinos, familiares y amigos del matrimonio.
Según las primeras pesquisas, ambos niños murieron debido a intoxicación por inhalación de gases tóxicos, es decir, asfixiados por monóxido de carbono.
Las causas del siniestro son indagadas por elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado (FGE) Región Norte, destacamento Acuña.
Con información de www.eluniversal.com
