Dinero maldito

    Por Jesús R. Cedillo

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    El mundo se rige por el dinero. Nosotros giramos en torno al dinero (su ausencia o flujo monetario en nuestra cartera). Somos lo que traemos en la bolsa. Depende de cómo nos ven vestidos, nos tratan. Usted olvídese de aquellas tristes muletillas de conformistas que dicen que “es mejor tener salud que dinero”, es “mejor vivir tranquilo con poco dinero y tener lo necesario, que tener harto dinero y estar preocupado.” Son aforismos diseñados para que usted no se sienta mal y para que usen este tipo de frases esa gente, magos del coaching, superación personal, comunicación asertiva, liderazgo gerencial, empoderamiento y todas esas yerbas que ayudan a bien vivir en la mediocridad compartida.

    Hace poco y en un Hotel de poca monta donde me hospedé en Guanajuato, al solicitar en la recepción que me repusieran el par de toallas del día, que al parecer a la camarera se le había olvidado colocar en su perchero; ella, solícita llegó con dicha orden y pidió disculpas. Yo a la vez le ofrecí las mías, pero la verdad me quería secar las manos y bueno, tal vez en el día bañarme de nuevo para ir a alguna cantina de baja estofa a echar un par de cervezas. La camarera se quedó a platicar un rato. Le ofrecí un refresco que recién había comprado. Aceptó de buena gana. Le hice le clásica pregunta, ¿cómo le ha ido, cómo le va? Ella me respondió desde la profundidad y lejanía de su dolor anidado en su garganta: “Ay don, qué le puedo decir, uno debe de contestar que teniendo salud y algo para mal comer, pues que hay que darnos por complacidos y darle gracias a Dios de ello, ‘quesque’hay mucha gente que no tiene ni salud ni qué comer…” Si señor lector, el conformismo y determinismo darwiniano en materia social y política: jodido naciste, jodido vas a morir.

    Por eso el dinero es la felicidad. El dinero no pocas veces es mejor que una mujer o un hijo (la mujer y el hijo se van con otro que tiene más lana). Si no es la felicidad, pues lo simula muy bien. Son gemelos, siameses. Aún hoy, no conozco en la ciudad quien teniendo cinco autos para tres miembros de su familia, haya regalado uno a su vecino pobre. Imposible que los regale todos. Imposible renunciar a la marmaja, el elemento cohesionador es el dinero. Así de sencillo. El dinero es lo más cercano al paraíso. Incluso, para los sacerdotes católicos que viajan en primera clase, como el monje Raúl Vera López. Desde siempre, el monje ha espantado con el petate del muerto de que el dinero del narcotráfico es el que compra votos y que los ciudadanos no acepten dinero de los partidos políticos el día de la elección. Fácil para él decirlo una y otra vez ante medios, él que tiene pasaporte y “American Express” ilimitada. Pero no las pobres y jodidas ovejas de su rebaño que se suicidan a puños. Ya van más de 60 y sólo en la región sureste de Coahuila y nadie hace nada al respecto. Los muertos, pues muertos están, dice la Biblia.

    Si yo un día tengo dinero, seré tal vez y casi, plenamente feliz. Soy muy exigente, pues. Pero si un día tengo harto dinero, harto, renuncio a todo y lo disfrutaré siendo muy feliz. Estúpido sería regalarlo o guardarlo, nada de eso, hay que gastarlo. ¿Entraré a la política? Claro que no. Bueno sí, si acaso entro, será para hacer… más dinero, cuajarme a lo grande. Acabemos este triste y pinche teatro electoral y político hoy: cuando la mediocre e incapaz de Margarita Zavala renunció en Televisa a su candidatura a la Presidencia de la República (El INE vale queso, luego de alrededor de 18 horas por fin le avisó) había recibido donaciones para su campaña por el orden de los 11.6 millones de pesos ya sea en efectivo o especie, por parte de 21 personas (empresarios, políticos) interesados en que ella ganara y así, imagino, poder hacer negocio.

    Alberto Baillères González y Alejandro Bailléres Gual, cada uno de ellos, aportó a la campaña de la triste Margarita, un millón 680 mil pesos en efectivo. Bailléres González, usted lo sabe, es dueño del Grupo Bal (multicorporativo que agrupa a El Palacio de Hierro, GNP Seguros, Afore Profuturo, Grupo Peñoles, el ITAM y un largo etcétera). Su  hijo, Baillères Gual, ha sido nombrado heredero del primero y es Vicepresidente del Grupo Bal. ¿Si tener tanto dinero y a manos llenas hace daño, porque usted no le pregunta a estos tipos del por qué no regalen la inscripción total por un año a todos los que ingresan al ITAM?

    Otros de los que cooperaron con la patética Margarita (hubo gente de opinión en todo el país, líderes y columnistas, que alabaron su “valentía” al renunciar. En fin, por eso estamos cómo estamos), fueron Juan Bordes Aznar, Ana María Estrella Yáñez Valles le donó 1.5 millones de pesos en efectivo, Carlos Javier Pani le regaló 950 mil pesos en efectivo… y así por el estilo. ¿Fue entonces su candidatura de verdad “independiente”? ¿No es lo mismo agarrar lana de los empresarios que de los señores del narcotráfico? Si un empresario explota a sus pobres empleados, campesinos, jornaleros u obreros, no es igual de penado o delito, que la venta de estupefacientes? Hoy, Morena del crucificado AMLO, quiere apantallar al proponer reducir 50% las prerrogativas a los partidos políticos en México, ¿entonces cualquier empresario como los arriba citados, puede meterle lana a las campañas? ¿Entonces ahora sí, la presencia del dinero del narco será ubicua y a ojos vistos?

    De acuerdo a una información publicada pro “Reforma”, los diputados federales de Morena en los próximos tres años, les espera una partida de mil 100 millones de pesos. Los coordinadores parlamentarios diseñaron  una millonaria partida discrecional de 132 mil pesos al mes para cada uno de sus diputados… esto es adicional a su sueldo. ¿Cambio en México con el nuevo autócrata llamado AMLO? Morena, igual que el PRI o el PAN.

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