Aquí Laguna

    Por Olga Quirarte Ramírez

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    En el recuento de los daños, se vivía en estas ultimas horas a lo largo y ancho del país, que no da crédito aun, del tamaño de la victoria que generó el tsunami que arrasó a la partidocrácia o lo que de ella quedare, al frente de este fenómeno político, que sin duda resulta histórico, se encuentra la figura de Andrés Manuel López Obrador, sin duda y quien tras 18 años de picar piedra, incólumne ante las embestidas que les fueran propinadas desde la mismísima Presidencia de la República, recuérdese el fallido proceso de desafuero impulsado por Vicente Fox y Compañía, y mas tarde, el fraude maquinado para que Felipe Calderón alcanzara enseguida la Presidencia de la República. Azaroso pues fue el camino recorrido por el santón tabasqueño, quizás por ello hoy el pueblo de México lo cubre con el manto de heroicidad que su estoicismo produjo. Contra todo pronóstico, Lopez Obrador es hoy por hoy Presidente de la República con el margen de votación mas alto registrado en la historia del país. Guste o no, eso fue la decisión en las urnas y como tal tendrá que respetarse a cabalidad por el resto de los actores poiíticos que resultaron sus contendientes.

    Así vivimos las horas, tras el Día D, y podemos decir que el proceso con todo y sus augurios de violencia extrema de la que se tuvo muestras a lo largo de la contienda, con mas de 120 candidatos víctimas de atentados, no se registraron hecho violentos de relevancia, por fortuna, dando los mexicanos todos muestras de haber alcanzado la normalidad democrática, indispensable sobre la cual se deberá replantear ya, el futuro, liquidando lo que queda del presente pernicioso en materia política, pues así lo demanda la población.

    Hoy López Obrador, enfrenta el reto de cumplir las altas, altísimas expectativas que su discurso mesiánico despertó entre la población, en especial, la que conforma los sectores mas empobrecidos y marginales de México, pero también, sorpresivamente a los jóvenes, que esperan construir en el nuevo régimen en puerta, su futuro.

    Así pues, numerosas “lecturas” se vierten sobre los saldos de la jornada del pasado domingo, desatando según visión de quienes forman parte del la comentocracia y que forman parte de la clase política mexicana, y en la que la mayoría lanza exequias, sobre las siglas del Partido Revolucionario Institucional, como el máximo perdedor de esta contienda, pero hay que decirlo también, del prianismo que generó la cúpula del tricolor amancebado con la cúpula del PAN, hoy derrotados y para la cual, el resto de tales organizaciones partidistas, que dominaron la escena mexicana a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y hasta el presente, se pide su defenestración, para dar paso a su refundación o extinción según sea el caso.

    Se señala con indice de fuego, el destino que hoy enfrenta el PRI y se hace a un lado lo que también registra el PAN. Sin duda, para el PRI, donde el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, ya pide la cabeza de su actual dirigencia y en el PAN, no se cantan tan mal las rancheras, y su militancia exige lo mismo, apuntándose ya Ernesto Ruffo como posible guía para seguir tal camino, por ahora, tratando de bloquear el camino al ambicioso Ricardo Anaya, de quien dicen no querer dejar en manos de otro que no sea él, los restos del PAN.
    Muchos otros consideran que con el triunfo de MORENA, movimiento social, mas que un partido constituido hecho y derecho, se termina la partidocracia que dominó la escena política mexicana en las ultimas tres décadas, atrás pues, todo lo que sea nacionalismo revolucionario, desarrollo estabilizador, neoliberalismo, espejismos con los cuales, los regímenes anteriores quisieron marear al pueblo. Hoy tampoco, hay que decirlo, el futuro se ve promisorio, muchas dudas hay en el ambiente, pasado ya la euforia del triunfo de las posibilidades reales de que López Obrador logre cumplir las expectativas que generó su triunfo.

    Hoy dio lo primeros pasos públicos para calmar las ansias, los miedos, los intereses pues, de las cúpulas empresariales al reunirse con el Consejo Coordinador Empresarial, en medio de saludos y abrazos, luego de que ayer, estuviera de saludos, con el Presidente Peña Nieto, es decir, el tigre se paseó por los salones de los señores del dinero y los pasillos del Palacio Nacional, lanzando con ello imágenes de apaciguamiento y le quedan a AMLO algunas semanas mas de luna de miel con la población que lo hizo presidente, luego, ya veremos.

    En Torreón la euforia no cesa luego del triunfo de Jorge Zermeño Infante, que extenuado, no logra volver a arrancar los motores de la presidencia municipal que se encuentra en suspenso desde hace dos meses, debido a que se empecinó a figurar como candidato a la reelección y mantenerse como alcalde en funciones. Pero, en su físico advierte desgaste, pues con siete décadas de vida a cuestas, da muestras del costo que ha tenido que pagar, se le ve cansado y ojeroso, por lo que no dude ni tantito, que en unas hora o pocos días, mas se vaya de asueto, de vacaciones.

    Y en el resto de la Laguna, diremos que solo Viesca se mantiene como bastión priista, toda vez que los débiles muros que contenían tal posición en los municipios de Francisco I. Madero, Matamoros y San Pedro, se derrumbaron para dar paso en los dos primeros a propuestas de MORENA, y en el caso de San Pedro, para que lo gobierne el PAN, por cierto, de mano de la Doctora Patricia Grado, que se inicio en el servicio público, alla durante la administración del Gobernador Rogelio Montemayor Seguy, en la cual, era una de las consentidas.

    En el priismo, son por ahora, puras caras largas, pero también hay reservas de coraje, enjundia de amor por esa camiseta sudada por algunos a lo largo de casi toda su vida adulta, reconocen que la batalla perdida, se dio en un escenario inédito, complejo y muchos, pero muchos se muestran satisfechos de los votos sumados, que si bien no les dio para el triunfo, si les da para mantenerse unidos y solidarios, pues dicen que en esta ocasión, la diáspora de cobardes, de oportunistas ya se había dado con anticipación.
    Reconocen también el trabajo logrado por el dirigente Rodrigo Fuentes Avila y su equipo, así como el de Hugo Davila, pues supieron mantener la cohesión indispensable con la cual enfrentar la ola morenista y no admiten que personajes del pasado reciente que obtuvieron presencia, posiciones y hasta patrimonios derivados de su pertenencia a este partido, sean hoy sus mas severos juzgadores, pues no aportaron ni tan solo su voto en esta elección y eso, se llama traición.

    La sorpresa, son los mas de 66 mil votos que alcanzó MORENA en Torreón, que no Ignacio Corona. Y ademas, que ¡al fin! Guillermo Anaya no alcanzó silla en el Congreso.

    Sorpresota mas grande aun, que las huestes de Lety Herrera no hayan alcanzado ninguna de las posiciones en disputa y menos aun, su archirrival Rocío Rebollo, sin que el Güero José Rosas Aispuru, Gobernador de Durango ande por estos días, como el caballo blanco, es decir, con el hocico sangrando, con la derrota propinada al panismo en Durango, que estuvo mas interesado en apoyar en la contienda, a su amigo Jorge Zermeño Infante.

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