¿Un México posible? 2/2

    Por Jesús R. Cedillo

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    Le recuerdo el libro el cual estamos aquí reseñando y el cual fue un regalo del empresario Miguel Ángel Wheelock, “Un México posible. Una visión disruptiva para transformar a México.”, de la autoría de José Antonio Fernández y Salvador Alva, para editorial Debate. El primero es el Presidente del Consejo de Administración de Fomento Mexicano SA (FEMSA) y del Consejo Directivo del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y el segundo, Salvador Alva, es Presidente del mismo ITESM.

    El libro trata de “inspirar”, ser una obra inspiradora y transformadora para un México siempre soñado y perfecto…. Desde el punto de vista de ganancias, desde el punto mercadológico y claro, desde la visión de la explotación laboral que han hecho del Corporativo  FEMSA, un modelo a seguir e imitar en otras partes del mundo donde también se permite la “libre empresa” sin regulación de ninguna clase y pasando apenas en los límites legales correspondientes. Con un lenguaje de poca monta, el libro es una receta al estilo de los “motivadores” de todo tipo de calaña que hay en el mundo y que han hecho de la “filosofía positiva” (lo que eso signifique hoy), una delgada pasta para la estafa y el lavado de conciencias críticas. El libro entonces, está de dicado a “todos los soñadores, emprendedores  y ciudadanos que con su ejemplo nos inspiran a ser cada día mejores” (página 7).

    Y ser cada día mejores, es que su ejército de “líderes” (así les dicen ellos a sus empleados, a los cuales les pagan una bicoca) en las tiendas de conveniencia OXXO, atiendan a más de 12 millones de personas diariamente en más de 16,500 tiendas de este tipo que al formar parte de FEMSA, han contribuido a dotarlos de ganancias y sólo en el 2016, por el orden de los 904 mil 249 millones de pesos. Por algo, en el libro de marras, sólo una ocasión dicen o nombran que un problema de México (el principal, vaya) es la pobreza. Pobreza que ellos se encargan de fomentar grandemente.

    En sus tiendas no hay gerentes ni les interesa, ellos contratan “líderes” y estos “líderes” se vuelven locos cuando les falla el sistema o la lectura de su máquina de sus código de barras. En un país como México, que ocupa el lugar 112 de 138 posibles en materia educativa según el Foro Económico Global, a los de FEMSA les interesa tener a hombres y mujeres sin educación que se asuman como “líderes” de unidades donde ven pasar la vida, pero sin la más mínima oportunidad de tener un negocio propio, ganar bien y poder tener tres periodos de vacaciones al año o bien, costear la educación de sus hijos en el… ITESM. No es gratuito, insisto, la jerga empleada en este libro por este par de explotadores mexicanos. Hablan de alinear la visión, luego alinear la organización y como último fin, alinear la cultura. La investigación en sí, dicen, es buena, pero debe de tener un propósito, es “estar alineada con la necesidades empresariales.” (Página 120). Luego, dirían, “el proceso de alineación de la cultura es más complejo debido a que implica, primero, definir una serie de valores, para, posteriormente, aprender a vivirlos, meditarlos y premiarlos.” Sí, como si usted estuviese como empleado en OXXO. Premiarlo porque usted cuida sus opulentas ganancias.

    Y “alinear” o “alineamiento” o “alinearse”, usted lo sabe, en una de sus definiciones, es “ponerse los soldados en fila, dirigiendo la mirada al extremo derecho…” o bien, “conjunto de enormes piedras colocadas verticalmente en el suelo.” (“Enciclopedia del Idioma” de don Martín Alonso). A usted lo quieren como soldado, obrero, piedra, roca, sin idea, talento ni inteligencia. Menos voz crítica. “Un México posible” libro de José Antonio Fernández y Salvador Alva es esa visión empresarial, caciquil y sobradamente maniquea de lo que debe de ser el país: una fábrica de “líderes” que tienen una sola finalidad: pasar por un lector óptico los productos que usted va a pagar. Y, como la empresa siempre gana, hoy vale madre el cliente, como siempre. Cierran las puertas el tiempo que sea necesario para que la unidad de recolección de marmaja, se lleve los hartos dineros depositados y cuando abren, sólo está abierta una puerta, la otra hoja está con llave para que usted no huya con algún producto, no obstante que si hay una emergencia, usted se va a topar con puerta cerrada. Nadie dice nada.

    FEMSA tiene más de 2,225 puntos de venta en materia de salud y farmacia en Latinoamérica, operando 1,100 en México. Y como en el sector energético “todo” mexicano puede hacer negocio y poner su propia gasolinera, ellos, los de OXXO-FEMSA, aprovecharon que usted y yo estamos jodidos señor lector y ya tienen 452 OXXO-Combustible (Gasolineras. dato de finales de cierre de 2017). Para lograr esto y más que se proponen estos tipos, hablan en su libro de que en México deben de “trabajar alineados y con mucha congruencia” (Página 141). FEMSA, igual o peor que el creso de Carlos Slim…

    Volveré recargado al tema.

     

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