1 – Su costa, una de las más bellas del mundo
Tu viaje a Croacia empieza por enamorarte de los miles de kilómetros de litoral accidentado que revela centenares de ensenadas, bahías, playas, ciudades y pueblos absolutamente excepcionales. El paisaje suele ser impresionante: vertiginosas montañas se sumergen, literalmente, en las aguas azules. Un escenario ideal para hacer fotos de lo más pintorescas. Otra ventaja es que puedes combinar la visita a sitios históricos y localidades con influencias venecianas, como Dubrovnik o Split, y estar ¡a solo unos minutos de la playa!
2 – Paradisíacas islas, auténticos lugares de evasión
Aunque la costa es, sin duda, uno de los destinos favoritos de los turistas en Croacia, gracias a ciudades como Split y Dubrovnik, en verano puede llegar a ser un poco agotador, con las playas llenas de gente y las calles abarrotadas. Así que ¿por qué no te escapas a una de las 700 islas del país que revelan un paisaje idílico de escarpados acantilados que se hunden en el mar, playas desiertas, aguas azul turquesa y fondos marinos excepcionales? Recomendamos, especialmente, las islas de Vis y Lastovo, aún muy poco visitadas.
3 – Su cocina, sorprendentemente diversa y fresca
Un viaje por Europa central y oriental suele ser sinónimo de una dieta a base de ¡patatas y repollo! Sin embargo, Croacia, a pesar de su pequeño tamaño, ofrece una increíble variedad de especialidades gastronómicas en cada región del país. Istria atesora, quizás, la más rica, con una influencia italiana bastante marcada, que se refleja en una gastronomía basada en el delicioso aceite de oliva y las trufas locales. Eslavonia está más influenciada por Hungría, con su pan rallado y el pimentón, y, finalmente, la costa ofrece deliciosos pescados y mariscos recién capturados. Si a esto añadimos que la producción de vinos es abundante y de calidad, ¡no necesitarás nada más para convencerte!
4 – Su historia
Tal vez el punto más negro de la historia contemporánea del país, la guerra sigue en la mente de todos. Aunque los croatas, a veces, encajan mal las constantes preguntas de los visitantes sobre esta parte de su historia, no son tacaños con las palabras, a la hora de hablar sobre el conflicto. La mayoría de las ciudades tienen museos que conmemoran a las víctimas, mientras que las cicatrices físicas están todavía muy presentes en las ciudades que estaban en la línea del frente. Dubrovnik, que estuvo bajo el asedio del ejército serbio-montenegrino durante meses, es un buen ejemplo, aunque Eslavonia y su localidad mártir de Vukovar, en el este del país, es, sin duda, el lugar donde la guerra golpeó más duramente a Croacia.
5 -Su vibrante capital, Zagreb.
La capital de Croacia parece ser olvidada por los turistas, que prefieren la costa y sus placeres balnearios. Sin embargo, Zagreb se merece algo mejor. El centro de la ciudad es una joya de la arquitectura austro-húngara que cobra vida, al caer la noche. Como la ciudad más tolerante, progresista y joven del país, Zagreb ofrece vida nocturna excepcional: ya sean conciertos, o salidas nocturnas en barcos, bares o restaurantes, sin duda, encontrarás algo para ti. Mientras que quienes prefieran la cultura, estarán encantados con los numerosos museos de la ciudad.