Carrera presidencial

    Por Gerardo Hernández González

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    El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, es un imán. Los puntos que pierden Ricardo Anaya (Por México al Frente) y José Antonio Meade (Todos por México) los atrae para ampliar su ventaja en la carrera presidencial. Entre febrero y abril, la intención de voto por el fundador de Morena creció seis puntos porcentuales (de 42 a 48), los mismos que retrocedió el panista, quien ahora tiene el 26%. La preferencia por el abanderado del PRI se mantuvo en el 18%, de acuerdo con la encuesta de Reforma en copatrocinio con Grupo Radio Centro y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, ganador, junto con Animal Político, del Premio de Periodismo Ortega y Gasset por el reportaje “La Estafa Maestra”.

    Anaya puede compensar su caída con una noticia buena y otra regular. La primera consiste en que la pesquisa de Reforma (18.04.18), publicada cuatro días antes del primer debate entre los presidenciables, prefigura una competencia solo entre él y AMLO; la otra es que los simpatizantes de Meade y la candidata independiente Margarita Zavala lo prefieren como segunda opción. En el mismo escenario, los adeptos de Anaya votarían por AMLO, no por el candidato oficial ni por la ex primera dama, cuya intención de voto se mantiene en un 5% y la de Jaime Rodríguez, el Bronco, en tres.

    En los ejercicios cara a cara de la indagación nacional en vivienda, aplicada a mil 200 electores, del 12 al 15 de abril, AMLO aventaja a Meade por 35 puntos porcentuales (57-22) y a Anaya por 20 (51-31). El candidato de Por México al Frente supera por 20 puntos al de Todos México. En sentido contrario a la campaña para desacreditar al líder en las encuestas, la imagen positiva de AMLO creció del 43 al 53% y la negativa disminuyó 3%, con respecto a la muestra de febrero. Las menciones favorables a Anaya subieron tres puntos porcentuales y las negativas cuatro. Meade avanzó seis puntos en opiniones positivas (19-25%) y redujo en uno las desfavorables.

    La atracción por AMLO lo presenta también como el candidato con mejores atributos (más cercano a la gente, más confiable, más capaz para gobernar, quien defendería mejor los intereses de México en el mundo y afrontaría con mayor éxito a Donald Trump, reduciría la corrupción y combatiría mejor al narcotráfico), según la encuesta. En suma, un estadista. ¿Lo es? El segundo mejor cualificado es Ricardo Anaya, cuya baja en la intención de voto pudo deberse a las acusaciones de lavado de dinero en negocios inmobiliarios. A Meade se le percibe como el más alejado de los mexicanos y el que menos combatiría la corrupción.

    Los estrategas del candidato del PRI —entre ellos el exgobernador Rubén Moreira, experto en guerra sucia, responsable de la operación electoral y premiado por adelantado con una diputación federal— recibieron otro mentís: “el peligro (mayor) para México” no es López Obrador, sino Meade, dice la encuesta. El primero recibió el 24% de las menciones y el segundo el 31. Para el 37% de la muestra, el candidato de Juntos Haremos Historia “robaría menos”; el 8% opinó que Meade. Con diferencias de solo un punto porcentual, ambos representarían un retroceso para el país (28-27) y podrían desestabilizarlo (27-28). Por último, Meade “beneficiaría solo a los influyentes” (38%).

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