Sistema fallido e injusto

    Por Gerardo Hernández González

    0
    770

    El PRI que ha gobernado al país en los seis últimos años; el de Peña Nieto, los Moreira, los Duarte, los Videgaray, los Nuño, los Ruiz Esparza; el de la casa blanca, los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, las masacres en Tlatlaya, Apatzingán y Ecundureo; el de las decenas de miles de muertos y desaparecidos en la guerra contra el narcotráfico, iniciada por Felipe Calderón; el que aumentó la pobreza y la deuda pública; el amigo secreto de Donald Trump y el que usa la justicia para perseguir a los opositores, pretende retener la presidencia de la república el próximo 1 de julio.

    El PAN y el PRD tampoco llegan en su mejor momento, pues además de reproducir los vicios del PRI, y en algunos casos incluso superarlos, perdieron liderazgo y ya no se distinguen como partidos de oposición. La partitocracia afronta una crisis profunda. Los partidos son las instituciones menos confiables del país, según la encuesta nacional de Consulta Mitofsky. Con 4.4 puntos de calificación, están por debajo de los senadores, la presidencia, la policía, los diputados y los sindicatos.

    El país de América Latina donde la población cree menos en los funcionarios es México: solo el 28%, de acuerdo con el Barómetro de Confianza Edelman 2017. En la misma zona, la corrupción genera mayor temor que la globalización, el desgaste de los valores sociales, la inmigración y el ritmo de innovación. A escala global, la confianza en las empresas, el gobierno, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y los medios de comunicación se encuentra en su nivelmás bajo, señala el informe presentado en vísperas del Foro Económico Mundial, celebrado el 23 y 24 de enero.

    El 53% de los encuestados en 28 países considera que “el sistema general les ha fallado, es injusto y ofrece pocas esperanzas para el futuro”. En México, la decepción aumenta el 67%. Richard Edelman, presidente y director ejecutivo de la compañía estadounidense de relaciones públicas que lleva su apellido, dice que “las implicaciones de la crisis de confianza son profundas y de amplio alcance”, pues incluyen al sector financiero y al poder judicial. “La consecuencia es un virulento populismo y el nacionalismo en tanto que la población de masas ha tomado el control de las élites”. La corrupción es otro de los factores que impulsan los movimientos populistas. La confianza de 28% en el gobierno de México está 15 puntos porcentuales por debajo de la media (43%). Las instituciones mejor calificadas son las empresas (70%) y las ONG (71%).

    La confianza en los medios de comunicación retrocedió en todo el mundo. En México es de 48%, un punto porcentual más con respecto al año previo; sin embargo, en 2012 era de 58%. El fenómeno podría explicarlo el hecho de que “la gente ve a los medios de comunicación como parte de la élite”, dice Edelman, cuya recomendación a la prensa, la radio y la televisión es “adoptar un enfoque más local y social”. Daniel Moreno, director del portal Animal Políticoe invitado por Edelman a presentar el Barómetro de Confianza en nuestro país, atribuye la desconfianza en los medios de comunicación a su cercanía con el poder y su alejamiento de la ciudadanía. México es el país donde más preocupa el manejo de noticias falsas como arma mediática. “El 76% aceptó que carece de elementos para distinguir entre la información real y la falsa”.

    Comentarios de Facebook