Australia no pudo pasar del empate ante una Dinamarca que aprovechó una de las pocas ocasiones en las que el balón cayó a Christian Eriksen cerca del área para marcar. Tras el empate de penalti, el equipo ‘aussi’ buscó el gol con más determinación que su rival, pero entre la falta de acierto y un oportuno Schmeichel el marcador ya no se movió del 1-1 que es oro puro para el conjunto europeo y que obliga a la selección oceánica a buscar un milagro en la última jornada.
Confesaba el seleccionador danés Age Hareide que su equipo había traicionado su filosofía de juego en la jornada inaugural ante Perú. Su estrella Eriksen deambuló en tierra de nadie ante el envío de balones largos y la victoria de Dinamarca no tuvo brillo.
Con información de MARCA