Aquí Laguna

Por Olga Quirarte Ramírez

0
1048

¡Me canso, ganso! Vaya con la coloquial frasecita, expresada desde la máxima tribuna nacional, y que fiel a su estilo -porque el estilo, es el hombre-, Andrés Manuel López Obrador desgranó, ayer sábado, en su momento de ascenso a su buscado poder, repetidamente ad infinitum diríamos, el discurso que tesonero elaboró y pulió a lo largo de 12 años de campaña, abonado, sin duda por la también fértil terca realidad que vivimos los mexicanos, desde hace ya algunos ayeres. El discurso, dominó a la audiencia de legisladores e invitados que abarrotaron San Lázaro desde temprana hora se lleno, así de lugares comunes, esos generados en el larguísimo periplo político y social recorrido por su autor que repitió propuestas ya conocidas y agregó algunas otras, cual ejes bajo los que habrá de construir, dijo, la Cuarta Transformación, y en la que aparece anotarse como fuerte prospecto como futuro “Padre de la Patria” a la altura, digo, de un José Maria Morelos, de Miguel Hidalgo y Costilla, Benito Juárez, Francisco I. Madero , Lázaro Cárdenas, muertos notables, elevados por el tiempo y el implacable juicio de la historia nuestra, como héroes y por ello dignos de ocupar sitio en el Panteón de la Patria. De la esperada ceremonia de toma de posesión, destacó sin duda, lo estoico que nos resultó en sus postreros momentos como Presidente de México, el Licenciado Enrique Pera Nieto, quien recibió “baño”, que digo, chapuzón literal y figuradamente con las exequias que le propinó López Obrador al Neoliberalismo y los gobiernos que lo precedieron a lo largo de tres décadas por lo menos en tanto que le hizo guiños al periodo del Desarrollo Estabilizador, con gobiernos emanados, hay que decirlo, del viejo Partido Revolucionario Institucional, también y la implacable fé de erratas que hizo de su sexenio y también, notables, los gestos de sopor que presentó en muchos momentos del discurso presidencial el rosto Porfirio Muñoz Ledo, calificado, reconocido tribuno, si es que los hay, de nuestro país.

Quizás entre lo sucedido en la capital el pasada sábado, mas allá del anecdotario que nutre nuestra historia, sin duda, el acto masivo celebrado en el Zócalo y en el que se dio sitio en la escena política la representación de nuestros pueblos indígenas, que nos hizo recordar a todos que son también parte importantísima de este México.

Y bien ya entrados en gastos, diremos que la innovación palpable en este inicio de la Cuarta Transformación la constituye sin duda ¡los horarios! de casi madrugada a los que tendrán quieran o no adaptarse los sujetos que en ella participarán activamente a fuerzas o por ganas pues en ello va el cargo en juego. En general, el cambio en marcha alienta esperanza en el siempre esperanzado pueblo según logra percibirse luego del cúmulo de expectativas fincadas en las promesas de campaña que ahora, de 50 aumentaron a mas de 100, con lo que la carga que pesa ya sobre López Obrador, su régimen y con él todos los que forman parte de su gobierno, deberán trabar intensamente bajo reglas por demás claras, cero tolerancia a la corrupción -el unto mexicano- y a la impunidad, elementos caros para toda sociedad que se precie de serlo, exigencia expresada en las urnas a los que se tendrán que ajustar muchos de los compañeros de viaje que se le agregaron, con total pragmatismo a López Obrador en sus últimos tiempos de candidato y éste los aceptó presto, de cara a la necesidad de ganar la presidencia que hoy ocupa, interesante o decepcionante según se vea, la decisión presidencial de no realizar “cacería de brujas” alguna, así como la próxima propuesta para la modificación de artículos varios de la Constitución, algunos para hacer legal y legitima las “consultas” y reiterar que no buscara reelección alguna en el cargo que recién ocupa, incluyendo ademas, la propuesta de revocación del mandato.

Y el Gobernador de Coahuila tuvo asiento en la ceremonia de Toma de Posesión presidencial, ubicado un lado de Claudia Sheinbaum, según se pudo observar en la trasmisión de acto mencionado. Al Gobernador de Coahuila, le corresponderá transitar lo que resta de su mandato, del que recién cumplió el pasado viernes su primer año acompañado como Presidente de la República al tabasqueño innovador, tarea que sin duda pondrá a prueba una vez mas, las capacidades políticas, de conciliación y concertación -por mucho que choque este término-, para crear el mejor clima de entendimiento entre los ámbitos de gobierno que cada uno detenta, y en la que aparece, en medio de ellas, la figura del Delegado, procónsul, virrey o comisario o como quiera denominarse en el país, y que son ya objeto de controversia a cargo de los Gobernadores de alguna entidades que ven en estos, elementos mínimo, de tensión, de competencia, cuando no de enfrentamientos y hasta de rompimiento del Pacto Federal.
Por ahora es temprano aun para hacer anticipaciones de este tema en Coahuila. Por lo pronto, diremos que según decires de quienes acompañaron al Gobernador Riquelme Solis en los actos de rendición de cuentas celebrados el pasado fin de semana, los saldos le son positivos, mantiene a Coahuila con indices mas que aceptables en materia de seguridad, generando la confianza necesaria para que el flujo de inversión creación y sostenimiento del empleo continúe adelante. Para sus detractores los logros materiales e intangibles que esto representa, no les parezcan suficientes y claro, hay que ir por mas en otros temas, tales como desarrollo social, obra pública, cobertura en seguridad social, edcuación, justicia, etc, el reto es lograr objetivos trascendentes, con alto impacto en la sociedad que se gobierna, con todo y los cambios que ha puesto en marcha la sociedad mexicana toda, pero no hay que olvidar el adagio que afirma que “la política, es el arte de lo posible”.

El que no conoce la historia esta condenando a repetirla, de ahí que llame la atención, que las obras de conservación realizadas en la casona que alberga desde 1993 el Archivo Histórico Eduardo Guerra en Torreón, sea objeto de parafernalia mediática solo porque se pintó su fachada y se le instalaron replicas de la puerta principal y ventanas que originalmente tuvo esa casona que fuera propiedad del empresario Isauro Martínez allá por la década de los años 20’S. Hoy lo que alberga en su interior tal sitio, es lo valioso para la historia documental del municipio y esto fue posible gracias a los esfuerzos realizados allá por el 1993 por la hoy Doctora en Historia Lucrecia Solano de Montemayor con el apoyo de Amalia López Denigris, titular del DIF-Torreón en esos días. Tal finca logró formar parte del patrimonio inmobiliario y cultural de Torreón, luego que el entonces alcalde Carlos Román Cepeda González, realizó un interesante trueque con su entonces propietario, el hoy extinto empresario Eduardo Olmos. No mas, no menos.

Esta tarde de domingo el Gobernador Riquelme Solis esta entre los laguneros, en Torreón para poner en marcha los festejos navideños, inaugurando la tradicional pista y el gigantesco Arbol de Navidad, colocado en la Plaza Mayor, acto en el que se ha hecho acompañar por el alcalde Jorge Zermeño Infante.

Comentarios de Facebook