El hombre mudo, sin lenguaje, nos parece cosa lejana. Tal vez no lo sea del todo. Los animales, aunque los científicos digan que descendemos de ellos en eso llamado evolución (yo creo, pero a la par, prefiero y elijo ser hijo de Dios altísimo y no hijo de un primate, así de sencillo), siguen sin hablar. ¿Cómo se comunican y por ejemplo, las parvadas de aves toman una sola dirección acompasadas en sus alas. Por qué hacen un movimiento simultáneo tan veloz, como preciso, sin comunicarse? ¿O sí se comunican? Sin duda, he leído poco de esto y el gabinete de investigación y observación animal está lejos de mi pálido alfabeto.
Pero, si tomamos a la Biblia como literatura, mito y origen, Adán fue nombrando, bautizando a todo animal, a toda bestia de la naturaleza. Pero Dios, el gran Dios nombró lo magno, es decir, le dio nombre al cielo, la tierra, el agua, el día, la noche… pero en este espacio, o tal vez antes de que Adán llegara y hablara y bautizara, los animales hablaban. Eso infieren los hermanos judíos cuando se afirma aquello de que la serpiente habló para tentar a Eva y ésta a la vez, a Adán. Tal vez pensando todo esto, aquel tirano de la antigüedad, Calígula, nombró Cónsul general a su caballo. Ignoro qué tipo de decisiones tomó el equino en materia de gobernanza, pero no son tan lejanas ni descabelladas, creo, a las que toman actualmente nuestros gobernantes de MORENA. Es decir, nombrar al actor Sergio Meyer (diputado por MORENA), como Presidente de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados, suena a disparate. Acaban de nombra también al actor Ernesto D’Alessio como Presidente de la Comisión del Deporte. Lo anterior es como el disparate de creer que habló la serpiente o el asno de la Biblia.
¿Qué decisiones tomar diariamente para que el país y el Estado de Coahuila avancen? Pues tal vez preguntar a los animales de la creación. Toda vez que vemos que los gobernantes no pueden ni tiene el talento suficiente para estar a la altura del encargo que les fue conferido. Menos de 200 maestros tienen en jaque al Gobierno de Miguel Ángel Riquelme. Algunos maestros que son líderes del movimiento, tienen pensiones del orden de los 120 mil pesos. Ese no es el punto, el punto es que todo un gobierno no puede con ellos. Se recurrió a aquellas viejas estratagemas ya en el olvido: reprimirlos (ahora son víctimas) y fincarles delitos (son acusados de motín). No hay un Secretario de Gobierno que pueda dialogar o pactar con ellos, José María Fraustro Siller se muestra lejano del conflicto. Por orden o por comodidad. En el Congreso del Estado, se fue de su cargo Samuel Rodríguez, uno de los pocos políticos que podía sentarse con bárbaros y con romanos. Jaime Bueno es un diputado afásico. Ante esto, ni el mismo Gobernador Riquelme ha podido al día de hoy de redactar estas notas, con un problema menor en su gestión.
Los suicidios y ajusticiamientos entre jóvenes (por robo, por despecho de celos, por amor y un largo etcétera) son una pandemia. Nadie hace caso a ello. el narcomenudo pasó de ser un problema aislado, a posicionarse como un grave foco rojo de salud local y estatal. La migración tiene en alerta a Piedras Negras, Coahuila. Luego de que se encontró culpable a Juan Manuel Riojas (el padre Meño) de violación sexual, se sabe que hay 13 curas más acusados de pederestas. Sus carpetas de investigación lucen abultadas. Es intrascendente si se le retiró el ministerio (estado clerical) al ciudadano que antes era sacerdote. Ya es harto difícil que alguien crea que estos tipos sean “representantes de Dios” en al tierra. Con esto, usted ya ve que la Iglesia desde hace lustros a la fecha, ha venido perdiendo su poderío. La Iglesia sigue viva porque así conviene a sus intereses y a los intereses políticos y empresariales, por aquello de sus postulados que exigen a sus feligreses “frenar o reprimir sus excesos.” Y claro, para muchos, la Iglesia y el tener fe, es una especie de esperanza y consuelo en tiempos de hambruna y tempestad como las que vivimos hoy. La Iglesia está desprestigiada y sin poder, sólo sobrevive porque así conviene a intereses políticos y empresariales.
En medio, entrampados, los simples ciudadanos como usted y como yo lector, los cuales vemos cómo se toman decisiones en las rodillas, sin plan, estrategia ni visión de futuro. Tal vez y sólo tal vez, debería de gobernarnos el Caballo de Calígula el asno en el cual se transportaba don Sancho Panza. Si no hablan, no ha de faltar quién nos interprete sus relinchos. Tal vez sean mejores decisiones a las actuales.