Tardó en arrancar la afición en Las Vegas. La promoción del Canelo vs Golovkin II había sido diferente. Sin un careo físico. Falta de esa emoción, la ciudad no parecía estar en el fin de semana del combate del año. Todo cambió este viernes, cuando el T-Mobile Arena (alrededor de 10.000 espectadores, todo lo que se permitió ya que la mitad del pabellón se tapó) se vistió de gala para el pesaje oficial. Banderas mexicanas y camisetas de Canelo. Esta vez no había duda, el público iba con el de Guadalajara. Él y GGG cumplieron sin problema con la báscula. 159.6 libras marcó el campeón, Golovkin, y 159.4 dio el aspirante, Canelo. Ambos mostraron un gran estado, llegan al 100%.
Después la tensión se materializó. Golovkin esperaba a que Canelo se vistiese y cuando llegó el mexicano se lió. El púgil de Guadalajara se marchó directamente a pegarse cara con cara con su rival. Hubo choque de frentes y les separaron. Empujones entre ambas esquinas para que el incidente no fuese a más y Canelo fue alejado más rápido. Golovkin siguió inmóvil, al ver que la actitud de su rival no cambiaba el campeón se marchó. La promoción continúa siendo atípica. Tampoco hubo cara a cara en el pesaje ni posado. La tensión no lo permitió. “No me gusta hablar, mañana voy a demostrar más que decir“, espetó Canelo, quien debe templar sus nervios para no precipitarse. Habrá pelea… y tensión.
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