Muchas pero muchas satisfacciones me han permitido en este momento, con la gracia de Papá Dios, ser la mayor de cuatro generaciones formada (abuelita soy tu nieto.com) conmigo a la cabeza, seguida por Marcos, (el mayor antes que Sol su hermano) su primogénita Amaranta y la personita más bebecita de las familias Peña Durán y Durán Flores: María Eugenia que con diez días de haber nacido trae locas a las dos familias.
Ayer me pasé el día enternecida luego de escuchar a Regina, la artista de las familias, la soprano conocida y ya hiper conocida como tal, acunar en sus brazos a la chiquitina y cantarle una cuna, una nana, arrullándola y no pude menos que llorar, alelada de felicidad con el celular admirando el vídeo con ambas.
Y me remonté a los años en que yo conectaba el vídeo a mi compiurer, para Amaranta, con La Sirenita Dos, en la que Ariel le canta la misma canción que ayer, La Rechi le cantaba a su desde ya y desde antes, adorada sobrina, que es María Eugenia, que por cierto apunta maneras de ser hasta ahora, el retratito de Regina, en actitudes: igual que ella si no esta haciendo la meme, trae las manos por allá, los pies por acá y detesta las cobijas.
Gracias Papá Dios que me das vida para ver a mis dos hijos, seis nietos, tres bisnietos y escuchar y ver a Regina Durán Ruiz, La Rechi, pues, cantarle una nana, una cuna, a mi Bis, Maria Eugenia.
No hay manera de pagarte por todo y por tanto Padre Celestial, pero desde el fondo de mi corazón, repito gracias.
Papá Dios, muchas gracias siempre.