La geopolítica de la gasolina 2/2

    Por Jesús R. Cedillo

    0
    708

    En este país de chocolate llamado México, todo se mueve por carretera. Se cerraron los ductos de Pemex y todo recae en transportar los hidrocarburos en pipas… por carretera. Más caro, más costoso y con los imponderables del clima hostil de invierno (los cierres continuos, por ejemplo, de las carreteras que convergen con Saltillo). Se trata de combatir el robo millonario, sí, pero no hay plan, sólo caprichos y acciones unilaterales del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador. Sólo México y Venezuela (siempre surge Venezuela en nuestro camino y destino ahora) siguen manteniendo tal nivel de monopolio y control sobre los hidrocarburos en el mundo a través de sus gobiernos. La Reforma Energética de EPN ha quedado corta y rabona. Algo completamente inoperativo y lo cual contribuye al retraso crónico de sus pueblos (Japón, por ejemplo importa 93% de sus hidrocarburos y nadie habla allí de estar con su soberanía amenazada). ¿Somos los mexicanos dueños de nuestra energía y petróleo? Pues sí, pero eso no sirve de nada. No hay gasolina ni diesel a la mano.

    Cuando inició este “plan” diseñado en las rodillas de Andrés Manuel López Obrador y en sus conferencias de prensa matutinas (ya harto criticadas eso de salir diario a la palestra pública y programar “juntas” de seguridad que no dan resultados, en fin), este y su corte de claques señalaron que funcionarios del más alto nivel tanto de Pemex como de los anteriores gobiernos federales (Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, por citar los tres últimos) estaban involucrados y era imposible, imposible que estos no supieran de lo anterior (el robo de combustibles). Como siempre, se señaló el grave problema, pero no dio nombres ni culpables. ¿Debe de perdonarse lo anterior? Tal vez sí, es categoría moral… pero con justicia. Es decir, AMLO puede perdonar lo anterior en lo personal, pero se debe de hacer justicia ante semejante robo a la nación. Y esta justicia debe de ejercerse sin odio, sin rencor, sin ira de por medio. Sólo llamar a cuentas a los culpables y condenarlos. Sea quien sea.

    No es el fondo, sino la forma. ¿Por qué en 18 años de ayuno para subir al peldaño del Poder Ejecutivo de la nación, AMLO no pudo fraguar un buen plan de gobierno? Sólo él lo sabe. Se criticaba harto la frivolidad y dispendio de EPN y su esposa (al parecer hoy ya separados) Angélica Rivera y que éstos aparecieran continuamente en las llamadas revistas del corazón (aquí se editan los mejores reportajes de política), pero es lo mismo hoy con el equipo de AMLO. Ya rivalizan en dineros y frivolidad compartida. En enero, “TV y Notas” dio cuenta de la nueva casa de Angélica Rivera y su familia en Los Ángeles, USA, una especie de nueva “Casa Blanca” (63 millones de pesos). Un reportaje memorable de siete páginas con hartas fotografías don de se ve a la ex actriz saliendo de esa casa y entrando, junto con sus hijas. Pero en diciembre, sólo un mes antes, “Caras” ofreció un amplio reportaje sobre una mega celebración y subasta en el “Club Hípico La Silla”, propiedad del Coordinador de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza. ¿Alguna diferencia?

    12 páginas de glamor, lana, harta lana y personalidades internacionales. Vea usted quién asistió, qué comieron y con qué brindaron. ¿Austeridad? Sólo para los jodidos que votaron por AMLO. Regresaré al tema.

     

    Comentarios de Facebook