¿Y el PRI y su Revolución Mexicana?

    Por Jesús R. Cedillo

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    Si Zapata o Villa viviesen… agacharían la cabeza. Es el viejo refrán que escuchamos una y otra vez de nuestros padres en nuestra infancia y juventud. Hoy, es letra muerta. Los jóvenes, atados a un celular de última generación, besan el suelo noche y día. Como avestruz, practican lo que el filósofo Zigmunt Bauman bautizó como “activismo de sofá”, son “activistas de sofá.” Es decir, se ejerce la “crítica” desde el mullido sillón hogareño y apenas moviendo un dedo en la pantalla táctil. No más. Por esto, de la Revolución Mexicana, ayer apenas venerada y estudiada por nosotros como estudiantes, ¿Realmente qué queda? ¿Sirve para algo hoy en día? De hecho, mucho de la culpa, digamos, de este escaso revisionismo que existe de cualquier gesta de la patria (el lugar de nuestros padres), tiene que ver con los “historiadores” locales que pululan en cada región del país, los cuales veneran los calzones de don Venustiano colgados en una vitrina de un polvoso Centro cultural, se saben de corridito las fechas oficiales, pero nunca han cooperado con una verdadera aportación al debate de ideas, nunca han actualizado esa historia del pasado para explicarnos nuestros turbulento presente y menos, para atisbar en un posible futuro. Mucha culpa de no meternos en nuestra historia, es de ellos, así de simple.

    ¿Qué significa hoy el término “Revolucionario”? ¿“Revolucionario” sigue siendo el PRI, que se “agandalló” para sí y sus estatutos políticos, concepto tan candente, PRI que ahora luce desdibujado y deslavado luego de la tremenda derrota en las urnas a manos de AMLO y sus huestes? ¿Hay aún seres humanos de semejante altura, carácter y arrojo, que se puedan decir revolucionarios o rebeldes como lo fueron en su momento Emiliano Zapata, Francisco Vila, Francisco I. Madero, el gran Venustiano Carranza, Filomeno Mata…? Caray, hoy “rebeldes” son Anahí, Christian Chávez, Maite Perroni, Dulce María y esos jóvenes que protagonizaron una insulsa comedia en Televisa y luego, formaron una agrupación musical de trayectoria basura. El término se ha desprestigiado porque el lenguaje como la vida misma se ha desprestigiado y denigrado. Se ha volatilizado en las redes sociales. En tiempos líquidos, no hay nada sólido, regreso a Zygmunt Bauman, y al no haber nada sólido: todo se desvanece en el aire, hasta la Revolución Mexicana.

    Fue la primera Revolución del siglo XX en América Latina y ejemplo para el mundo. Se estaba hasta la madre del mal gobierno de un dictador, Porfirio Díaz, quien tenía encimado en el poder alrededor de 30 años. El movimiento armado (lucha fratricida. Hermanos mexicanos contra hermanos mexicanos) causó la muerte de más de un millón de nacionales. Usted lo sabe, en su mayoría campesinos casi en estado de esclavitud, hombres sin tierra y sin futuro, sin libertades ni horizonte alguno. ¿Ha cambiado algo hoy en día?

    ¿Queda algo de aquellos ideales por los cuales murieron hombres de la talla de Villa, Zapata Madero, Carranza, por citar los más emblemáticos? Desplumemos la ingenuidad que los doctos “historiadores” locales jamás van a espetar o bien, por temor al gobierno en turno o bien, por temor de perder sus prebendas económicas o bien, por las dos cosas. En 1991 inició el desmantelamiento del campo mexicano (pilar básico desde el punto de vista ideológico de la revuelta nacional, sueño usted lo sabe, de Emiliano Zapata). Los ejidos, dueños los campesinos y sus familias, vendieron o fueron despojados de nueva cuenta de sus tierras y estas han regresado a los grandes latifundistas (Artículo 27 Constitucional). ¿Hoy con AMLO volverán a ser del pueblo? Usted lo sabe, ahora y con el paso del tiempo, pero más en esta época “neoliberal” de la cual AMLO se quejó agriamente en su Sermón inicial de Presidente de México, se reescribieron los Artículos 3, 27, 123 y 130 constitucional, los cuales han entregado el petróleo, la tierra, la economía y nuestra riquezas naturales a las grandes empresas mundiales… como antes estaba estipulado y pactado; sí, justo antes de la Revolución y expropiación que consumó don Lázaro Cárdenas.

    Un politólogo e historiador, Arnaldo Córdova ha dicho con suficiencia, “las clases medias no se rebelan, sino provocan rebeliones.” Tal vez, pero eso fue ayer. Hoy, lo estamos viendo y de firme presencia en Coahuila: mientras no se toque el bolsillo de los medianos empresarios, mientras no se hagan huelgas de empleados y obreros (imposible, con las autoridades que tenemos) y mientras se hagan negocios entre ellos en franco contubernio (empresarios y gobierno), esa masa de mexicanos llamada en “crecimiento”, nunca podrá acceder a un estadio mejor de vida; sí, como en la precaria situación en que estaban nuestros hermanos antes de la Revolución.

    En su momento, como precursores intelectuales, usted lo sabe, figuran un par de hombres rectos, de acero y roca: los periodistas, los intelectuales, los hermanos Flores Magón, Ricardo y Enrique. Ellos y otros de su estirpe y linaje escogido y en 1906, combatieron y denunciaron los malos manejos de la administración de la justicia, el maltrato a obreros y campesinos, las pocas oportunidades laborales, los salarios de miseria, la explotación… ¿Le suena conocido este discurso? Efectivamente, lo que hoy padecemos. ¿Revolución Mexicana nuevamente con AMLO, eso llamado “4ª Trasformación”?

     

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