Aquí Laguna

    Por Olga Quirarte Ramírez

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    ¡Desequiibrio de poder! Así se advierte, al instalarse la Cámara Baja, con abrumadora, aplastante mayoría de fuerza política, cobijada bajo el sello de MORENA que alarma a mas de un purista, sin recordar que en tiempos de la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional, pasó igual y no sucedió nada de nada, mas allá que la sumisión -en algunas ocasiones llegaron hasta la abyección-, al entonces Presidente en turno, es decir, el titular del otro poder, el Ejecutivo, que igual se advierte ya en torno a la figura de Andrés Manuel López Orador. Se espera que no se genere ante este escenario un episodio de gatopardismo.

    En tanto en la Cámara Alta, el exiguo puñado de Senadores que sumó el tricolor en la pasada contienda de julio, encabezados por el hoy ex Secretario de Gobernación demuestras de oficio que los ponga a la altura de las circunstancias que hoy se viven y que si bien no son para siempre, si lo serán en tiempos de definiciones por demás importantes en lo que deberán no decir, sino mostrar que los interés de la patria, no serán sujetos a los interese de grupos o de conveniencias, pues finalmente ya no tienen sobre sus cabezas la figura del señor Presidente, por sobre la de sus electores. En este contexto, mucho barullo desató la información que ubica a la Senadora por Coahuila, Licenciada Verónica Martínez, como la virtual “oficial mayor” de la bancada tricolor, designación que se espera, no le quite tiempo y energías para el desarrollo de su principal encomienda recibida en las urnas, es decir, ser una legisladora y no una burócrata que se ocupe, por muy honroso que sea la encomienda adicional de facilitar los trámites de flujos y prebendas a sus colegas tricolores, ademas, vaya Usted a saber de las tareas que le asignen también de formar parte como titular o parte te de alguna de las numerosas comisiones que ahí se integran. Aunque se afirma que viajes, bonos, ahorros, seguros de gastos médicos VIP, así como otras prebendas estarán siendo eliminadas ¿será?, que éste selecto grupo de políticos, confirme a la anunciada austeridad que dicen será el signo del régimen federal en puerta.
    Por lo pronto, resta solo desear éxito en su encomienda legislativa a la lagunera, pues capacidad de trabajo la tiene y lo ha demostrado y Doña Vero -como se le conoce por estas tierras-, ha demostrado en su trayectoria que no solo avanza en calidad de bulto, cumpliendo con la famosa cuota de género.

    Compromiso cumplido, parece advertirse a cuenta de la actual campaña de despedida que viene realizando el Presidente Enrique Peña Nieto, en la anunciada libertad -con todo y que sea condicionada-, que se le otorga al Licenciado Alejandro Gutiérrez y Gutiérrez, tras su inesperada detención y encierro que por mas de ocho meses de su vida, vivió en las mazmorras de Chihuahua, cual reo de corrupción en el marco de las campañas electorales, de esas denunciadas por el panista Gobernador Javier Corral, que no puso, aunque quiso hacer compañero de celda en tal caso al mismísimo Manlio Fabio Beltrones. La ordalia que registró la vida y la trayectoria de La Coneja, sin duda le resultó una dolorosa experiencia que nunca imaginó vivir cuando en compañía del entonces dirigente nacional del priismo y aspirante a la candidatura tricolor por la Presidencia de la República, andaban ambos, él portando el nombramiento de Secretario adjunto a tal liderazgo, como dicen en el rancho, “en la trompa de la máquina”, de donde fueron bajados defenestrados casi por los resultados obtenidos en las contiendas registradas en el 2016, escenario que facilitó luego la construcción de la “candidatura ciudadana” de José Antonio Meade, el grupo que hoy rodea a EPN.

    Sin duda, a Alejandro Gutiérrez le quedan muchos amigos, esos que solidarios, sin aspavientos no solo estuvieron pendientes en su lucha por demostrar que merecía la libertad que hoy se le concede y que discretos guardan sus identidades, pero inocultable la lucha que para conseguir tal fin dio ante propios y extraños la imbatible, intensa Señora Diana Gómez, su esposa y resto de sus familiares, acción que se le reconoce.
    Por lo pronto ya puede en estos días respirar tranquilo, sin sustos por el amplio territorio de Coahuila el sampetrino José Luis Flores Méndez, hoy Secretario de Desarrollo Rural.

    Exigua y muy lenta, la información con la cual se da a conocer a la opinión pública la decisión de entregar las instalaciones del CINAR a la Escuela de Estudios Musicales de Torreón, tal espacio, de los pocos realizados con fines exclusivamente culturales se realizó bajo la gestión de Enrique Martínez y Martínez, destinado en principio a lo que fueran los talleres de danza moderna a cargo del reconocido exponente de tal arte, el regiomontano Jaime Hinojosa y que mas tarde, por muy diversas razones, salió de dicho espacio y en compañía de sus alumnos, logró crear, no sin esfuerzos y vicisitudes la Escuela de Danza de Torreón, a la cual, la administración de Eduardo Olmos Castro, dotó de modestas instalaciones, donde se imparte no cursos, sino la carrera de licenciatura en dicha especialidad. Hoy la decisión del uso del CINAR, resulta camino inverso al anterior, pues la modesta escuela de música, que gestó la actividad como gestora, la licenciada Lucrecia Martínez de Santibañez y que ahora la acompaña un patronato, realizó las gestiones necesarias para que tal espacio, que por ahora se destinaba a modestos talleres y diplomados de iniciación artística diversas, sea desocupado con este fin y alumnos y docentes, pasen a instalaciones de la Universidad Autónoma de Coahuila, para seguir existiendo, decisión que generó incertidumbres, dudas, críticas y hasta manifestaciones entre alumnos y docentes ante la falta de una información oficial al respecto, que como debe de ser, corre a cargo de Ana Sofia Garcia Camil, Secretaria de Cultura y como tal responsable directa del uso, conservación y hasta ampliación de los espacios culturales propiedad del Gobierno de Coahuila. Igual sucede con el uso y destino asignado o que se vaya a asignar ahora a la Casona ubicada sobre la Prolongación Colón y Avenida Hidalgo, que fuera asignada bajo la figura de comodato al controversial empresario Pedro Luis Martin y ahora registra trabajos de remodelación, sin saber como terminó tal comodato y a que va a destinarse.

    En esta materia “de cultura” pocos son quienes se animan a exponer opiniones, dado lo convulso del ambiente reinante entre los participantes en estos escenarios, de ahí que la falta de escrúpulo al informar, de transparentar las decisiones que se toman y que afectan no solo el destino de patrimonios públicos, sino de destinos laborales sea muy importante, para no contribuir, con el sigilo y la falta de aceptada responsabilidad a enturbiar la convivencia.

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