Futurismo político

    Por Gerardo Hernández González

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    El nombramiento de coordinadores federales aceleró el futurismo en los 23 estados donde habrá elecciones para gobernador en los próximos cinco años, entre ellos Coahuila. En Estado de México, Delfina Gómez eclipsará a Alfredo del Mazo, su rival en los comicios de 2017. La excandidata de Morena estuvo a tres puntos de ganar la contienda, plagada de irregularidades. El TEPJF tenía elementos para anular el proceso, pero prefirió favorecer al primo del presidente Peña Nieto.

    En las elecciones senatoriales del 1 de julio, Delfina Gómez e Higinio Martínez, su compañero de fórmula, recibieron el 47.8% de los votos; el PAN obtuvo el segundo lugar y el PRI cayó el tercero, por lo cual no tendrá ningún asiento en la próxima legislatura. Gómez pedirá licencia para representar a AMLO y suceder a Del Mazo en 2023.

    En Coahuila, Armando Guadiana (excandidato de Morena al gobierno del estado) y Eva Galaz también ganaron las senadurías de mayoría. Sin embargo, la representación del gobierno federal no recaerá en el hombre del bigote y del sombrero Stetson, sino en su suplente y compañero de mil batallas Reyes Flores Hurtado. Para Guadiana, ser coordinador implicaba mayor trabajo y desgaste. El escaño en la Cámara alta le exigirá menos esfuerzo y le permitirá estar cerca de AMLO, quien asumirá la presidencia en menos de cuatro meses.

    En la designación de Reyes como coordinador está la mano de Guadiana. El empresario taurino desarrolló instinto político en el PRI y lo afiló en la oposición. En 2012 se cortó la coleta tricolor, en protesta por los desmanes del moreirato, y se sumó a la segunda campaña presidencial de AMLO, entonces postulado por el PRD; hace cuatro años se afilió a Morena. Guadiana y Reyes formarán una pinza cuyos objetivos serán, entre otros: a) vigilar al gobernador Miguel Riquelme, b) poner a raya a los Moreira, c) abrir investigaciones por la deuda, las empresas fantasma y otros casos de corrupción, d) desarticular al PRI… y preparar la próxima sucesión estatal.

    Puede parecer prematuro, mas no lo es. La estrategia de AMLO para ser presidente en su tercer intento consistió precisamente en tomar la iniciativa, fijar la agenda, denunciar la corrupción gubernamental y hacer proselitismo cinco años antes de las elecciones. La misma fórmula le permitió a Morena, en apenas cuatro años, ganar media decena de gubernaturas (Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz; Puebla sigue en el limbo por el supuesto fraude cometido por los Moreno Valle).

    En ese escenario, solo faltaría dilucidar quién será el candidato de Morena en Coahuila. En las elecciones para gobernador del año pasado, Guadiana obtuvo

    151 mil 657 sufragios (11.9% de la votación total válida emitida), pero el tiempo empieza a jugar en su contra, pues en el proceso de 2023 rondará ya los 80 años. La otra alternativa, por ahora, es Reyes Hurtado. Sin embargo, AMLO tiene el desafío de transformar en partido el movimiento con el cual ganó la presidencia abrumadoramente. El virtual mandatario electo obtuvo más de medio millón de votos en Coahuila, pero para conservarlos y plantar el estandarte de Morena en la tierra de Madero, debe cumplir las expectativas. El primer paso se dio el 1 de julio; el segundo, serán las coordinaciones generales; y el tercero, presentar opciones creíbles y competitivas para la gubernatura en un estado donde jamás ha habido alternancia.

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