Aquí Laguna

    Por Olga Quirarte Ramírez

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    ¡Atonía! Sin sobresalto alguno que lograra generar emoción, pasión alguna, los panistas realizaban la jornada en la que designarían a su nuevo dirigente nacional. Las opciones, pocas y malas, sino dígalo el perfil de Marko Cortés y mas aun el del imberbe Manuel Gómez Morín, con todo y su rimbombante apellido, que otrora llevara uno de los iconos del firmamento blanquiazul en el país y que hoy, al parecer no llega ya ni a recuerdo. En este marco, diremos que salvo visitas de doctor de mero cumplimiento realizadas en diversas fechas por ambos contendientes y cual colofón un triste llamado a sus poco mas de mil militantes, que incluye su padrón de dirigidos, a nivel local por parte de la dirigente formal del PAN en este municipio la diputada María Eugenia Cazares, la contienda “no prendió” interés alguno pues fue ajena el ámbito de la discusión sobre el rumbo a seguir por este organismo político al cual su hoy ex candidato a Presidente de la República y ex dirigente nacional Ricardo Anaya dejó en la lona.
    Tal desinterés, indiferencia, llama la atención en Coahuila y sobre todo en la Laguna, pues el proceso nacional quedó inmerso en el marco de la elección estatal para suceder al también mas que gris dirigente estatal Bernardo González solo gerente de los intereses de Guillermo Anaya, que hoy tratan de perpetuarse con el Licenciado Jesús de León Tello, que ya no siente lo duro, sino lo tupido que están los señalamientos de ser solo un títere mas del mencionado, que ha quedado mas que cojo, con la huida hacia el futuro de su escudero Luis Fernando Salazar, hoy por hoy “gloria, trofeo” casi, que enarbola y presume mas que despistado Armando Guadiana Tijerina en sus presentaciones públicas, hecho que hace notar aquello que “quien no conoce a Dios, donde quiera se anda hincando”, pero bueno, ya habrá tiempo para eso.

    Ejido Batopilas, municipio de Francisco I, Madero, constituido en primera instancia como tal, por decreto firmado por el entonces Gobernador Oscar Flores Tapia, allá por abril de 1976 , único ejido creado después del reparto agrario de 1936, luego de interesante e inédita lucha en la que participaron fuerzas laguneras, conformadas desde elementos de la Iglesia católica, elementos de la sociedad civil, pero sobre todo, estudiantes universitarios y maestros de la UAC y del Instituto Tecnológico de la Laguna, pero sobre todo, de profesionistas que formaban en ese entonces, compacto grupo de egresados de la UNAM, que encabezaron Raul Salinas de Gortari, Carlos Salinas de Gortari, Adolfo Orive, Francisco Javier Gil Castañeda, pero sobre todo, Hugo Andres Araujo de la Torre, en esos días Maestro de la Facultad de Economía en Torreón, al igual que estudiante, del Instituto Tecnológico de la Laguna ITL, de Salvador Hernández Velez, como miembros y dirigentes del denominado “Movimiento Político Popular”, que incursionaban también en esos tiempos, en la dirigencia de movimientos pro reivindicaciones populares, en especial, los relacionados con la vivienda en las zonas urbanas de Torreón y San Pedro especialmente y que devino luego tras contacto circunstancial al ámbito agrario, con el que alcanzaron su punto mas álgido al tocar punto por demás sensible para la oligarquía lagunera; la tierra.
    Luego todo fue historia, leyenda pues, y hoy resulta, según se entera una, que cuatro décadas después, tal ejido mito agrario si lo hay, por virtud del poder que emana la Presidencia de la República, una vez que ésta fuera alcanzada por Carlos Salinas de Gortari, sumó a sus haberes todo tipo de apoyos económicos y políticos, que también como vinieron se fueron, y en el lapso metieron mano, no solo la estela de políticos emanados del régimen priista durante la bonanza de este, sino también, de los panistas durante la docena trágica, a través de la mano de Jorge Zermeño Infante, en especial, tras que Batopilas se hiciera de un establo con 500 cabezas de ganado lechero que le permitió como productos ser parte mínima si usted quiere del consorcio agroindustrial LALA, S.A. y al parecer, es esta adquisición el origen de sus desgracias que hoy lo tienen al borde de la extinción como unidad productiva, pues resulta que por deudas con la CFE hace un lustro se vendieron cien hectáreas del fundo legal del ejido y hoy al parecer tienen un comprador para el resto, pues no solo tienen deudas, sino también el conflicto generacional de sus pobladores encima.

    Por lo pronto Eduardo Tricio Haro, se ha constituído ya legalmente como “avecindando” en el ejido Batopilas, tras haber adquirido, con la participación como es obvio, del Registro Agrario Nacional dicen, el total del ejido Lanchares, por cuyos rumbos se asienta la pequeña propiedad. El “enlace” entre los campesinos de dicho lugar y la élite ganadera presentada por Tricio Haro, es identificado como Jorge Zermeño Infante.

    En estos rumbos crece la versión de que ‘”poderoso caballero, es don dinero” y de que también algunos de los ejidatarios “originales”, entre ellos, el doctor Francisco Javier Gil Castañeda ya recibió algo así como 250 mil pesos como pago por sus derechos como tal, en tanto que Hugo Andrés Araujo declinó en lo absoluto obtener un centavo por tal derecho primordial de Batopilas que recibió en su momento, allá por 1976, solo se retira de tal escena, dicen.

    Y otra mas de Elias Agüero Díaz Durón, el mas reconocido miembro del gabinete Montessori de Torreón y todavía titular del Instituto Municipal de Cultura Municipal, quien ha suspendido, por sus pistolas y porque ya se acabó el presupuesto programático signado a tal organismo para ejercer este año, los cursos que se proporcionan a la población torreonense a través de sus centros culturales, sin que haya sanción alguna para su falta de planeación y compromiso con la población.

    Se espera con interés la fecha que se fije para la inauguración del Hospital Militar ubicado en terrenos de la XI Región Militar con sede en el ejido La Joya de este municipio. Con ello, es posible la presencia del Presidente Enrique Peña Nieto, en lo que sería su despedida de tierras coahuilenses y de la laguna, por supuesto.

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