Aquí Laguna

    Por Olga Quirarte Ramírez

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    ¡Metidos en aguas! Si, así estamos desde hace ya algunas horas en Coahuila, en varias de sus ciudades y poblaciones el Dios Tláloc, se prodiga en enviar líquido a raudales, sobre todo, hay que decirlo, pobre, pero aun mas escasa infraestructura hidráulica que les permita hacerle frente con estos fenómenos, anuales. El caso de la zona lagunera, territorio de la cuenca endorreica que conforman los Ríos Nazas y Aguanaval, registra en estos días copiosas, intermitentes lluvias cuyo saldos son los los que hoy “navegan” decenas, miles de ciudadanos afectados en sus patrimonios y sobre todo, en su su movilización y falta aun, que las lluvias que se registran en la Cuenca Alta del Nazas, sobre la Sierras de Durango, registra lluvias y estas caudales colmen la capacidad del vaso de la Presa Lázaro Cárdenas, que obligue a desaguar exceso y este se trasvase la Presa Francisco Zarco de la cual deberá conducirse por el viejo lecho del río, que reconocerá su destino final, en las tierras de la Laguna de Mayrán, en tanto que el Río Aguanaval, procedente de Zacatecas, buscará en la zonas sureste de los municipios de Viesca y Matamoros, su destino final y ya se le espera, con medidas de prevención, mínima, es decir, con bordos de contención sobre tramos de su viejo cauce que puedan impedir les provoque daños mayores por el aniego de sus aguas.

    Por lo pronto son las tierras urbanas, de poblaciones como Matamoros, donde se registran problemas y no se diga en Torreón, donde la lluvia registrada a partir del jueves de la semana que concluye inició las angustias de a población afectada, sumándose a la fecha, según cifras no oficiales -pues no hay quien las aporte-, mas de 9,000 viviendas afectadas con daños diversos y en colonias como es el caso de la Santiago Ramírez, aledaña a una laguna de oxidación, donde este domingo hubo de desalojar a por lo menos 200 familias una vez que la laguna se ha empezado a desbordar.

    En Torreón, la situación se agravó con la caída de colectores del Sistema Municipal de Agua y Saneamiento, algunos donde se hacían reparaciones, que ha provocado que las aguas negras se mezclen con las aguas de lluvia, lo que ha generado protestas justificadas de la población afectada, como fue el caso de los moradores de la Colonia Valle Oriente, que el sábado, al filo de las 20:00 horas cerraron paso sobre un cuerpo de la autopista Torreón-Saltillo, que sumó casi 4 kilómetros de vehículos varados hasta lograr la atención demandada, consistente en el desagüe de las aguas que había alcanzado sus viviendas.
    Y diremos que el alcalde Jorge Zermeño Infante, no se hizo visible el mismo jueves en el que se inició la problemática que hoy enfrenta y anotamos que la versión circulante sobre tal ausencia, tenía como motivo que el Alcalde no tiene el don de la ubicuidad y atendía a Marko Cortés y ya saben en ello va el tema de la sucesión de la dirigencia nacional de su partido.

    Y fue el viernes, cuando se hizo visible en la reunión que el CIESLAG convocó para analizar desde la perspectiva academia -solo eso-, el tema de moda, es decir, la corrupción, por cierto, ahí también reaparecería en escenario público el controversial Licenciado Carlos Centeno, escoltado discretamente por “guarros” aun Director de la Facultad de Leyes de la UAC, tras superar las heridas recibidas en singular atentado en su contra el pasado mes de junio. Por cierto, el personaje de este evento, resultó ser -como no había de serlo-, el Licenciado Reyes Flores Hurtado, cuya estrella en ascenso tiene mas que deslumbrados a o no pocos personajes locales.

    Y el sábado el alcalde Zermeño Infante, se sumó a la presencia del Gobernador Miguel Angel Riquelme, se dejó venir de Saltillo para atender de manera directa los apuros de los torreoneses. Y ahora resulta, que la extensión de los daños, con todo y la operación del Plan DN-III a partir del mediodía de este mismo domingo ha hecho necesario el auxilio de la población, para ayudar el aun desconocido número de damnificados y menos aun el monto de los daños.

    Por lo pronto DIF-Coahuila ha establecido un Centro de Acopio en las instalaciones del Edificio Coahuila en tanto que el DIF-Torreón hace lo propio, pero en las instalaciones del Gimnasio de la Ciudad Deportiva. Mas lentos, pero cooperativos, alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAC, anuncian acción similar, pero la iniciarán a hasta el martes de la semana en curso, para sumarse al acopio de los donativos que tengan a bien, hacer entrega los laguneros para quienes se encuentran en desgracia por esta contingencia que el clima, impone.

    Recordamos que “esta película’’ hace ya muchos ayeres que hemos venido escuchando; hay lluvias, hay inundaciones, hay costosos saldos y se anuncia que la construcción de drenaje pluvial es indispensable y que se va a realizar. La obra es ademas de muy costosas, muy compleja, no solo en términos financieros, sino también políticos, toda vez que es una obra “que se entierra”, no se nota, sino cuando nos hace falta, es decir ,en el caso concreto de Torreón alrededor de 15 días al año, en este territorio de desierto.
    En esta ocasión el Gobernador es Miguel Angel Riquelme Solis, cuyo paso como gobernante ha dado muestra de capacidad de gestión, de ejecución de obras públicas complejas y ademas controversiales en su momento y las ha sacado adelante, callando la boca a sus detractores. Reto que por cierto, tiene que superar el alcalde de Torreón cuya “obra cumbre” de su minimandato, es decir, la modernización del Paseo Colón, no ha logrado, a siete meses de inicio, terminar siquiera la primera de sus cinco etapas consideradas. Si bien ya se terminó, “el prestigio” de los funcionarios responsables, es decir los arquitectos Tomás Galván y Aldo Villarreal Murra.

    Hoy se espera que con un nuevo gobierno -el de la Cuarta Transformación- pueda lograr las coincidencias en los objetivos de este orden, es decir, voluntad política expresa, de parte del alcalde Zermeño Infante, en el caso del municipio de Torreón y puedan emprender al menos el inicio de esta obra pospuesta por todos los antecesores de variopinto color partidista. De no ser así, la contingencia que plantea estas lluvias -que seguirán según pronósticos metereológicos, por lo menos los tres días siguientes-, serán rápidamente “olvidados” por la población y por las autoridades y será hasta dentro de un año, para estas mismas fechas Dios mediante, cuando vuelvan a aparecer lluvias e inundaciones intermitentes, cuando las promesas volverán a escucharse. Esperemos que en esta ocasión, no sea así.

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