China seguirá comprometida con la apertura de sus industrias agrícolas a pesar de las tensiones comerciales con Estados Unidos, dijo un alto funcionario chino, y agregó que los aranceles solo tendrán un impacto limitado en los mercados del país.
“Las fuentes de importaciones diversificadas de China de una amplia gama de mercados extranjeros asegurarán que sus contramedidas contra los aranceles estadounidenses solo tendrán una influencia limitada en el mercado interno”, dijo Han Jun, subdirector de la oficina del grupo líder y vicepresidente del trabajo agrícola central, ministro de agricultura y asuntos rurales, durante una conferencia de prensa el jueves.
El gobierno trabajará para minimizar los impactos sobre la producción industrial y la vida cotidiana de las personas, dijo Han.
Las declaraciones del viceministro se dieron luego de una escalada de una guerra comercial iniciada por Estados Unidos.
Entre los aranceles crecientes contra una amplia gama de bienes comercializados en ambas direcciones, China introdujo gravámenes adicionales sobre más de 900 líneas de productos agrícolas estadounidenses, incluyendo soja, granos, algodón y carne, que representan casi el 90 por ciento de las exportaciones agrícolas de EE. UU. A China.
“China no está dispuesta a entablar una guerra comercial, pero se vio obligada a implementar las contramedidas necesarias en respuesta a los movimientos de Estados Unidos”, dijo Han, y destacó que los aranceles del país, presentados después de una amplia contribución pública y una cuidadosa evaluación del impacto, son ” racional y refrenado “.
El impacto en la agricultura de EE. UU. Es previsible.
“Los agricultores estadounidenses probablemente perderán el mercado chino por el que han trabajado durante décadas para explorar, a pesar de los subsidios agrícolas por un valor de hasta 12 mil millones de dólares anunciados por la Casa Blanca y el Departamento de Agricultura de los EE. UU.”, Dijo Han.
La soja, el producto agrícola más importante en el comercio bilateral, está a la vanguardia de esta guerra comercial.
Se espera que Estados Unidos exporte más de 30 millones de toneladas de soja a China este año, de acuerdo con un pronóstico anterior, pero ahora es poco probable que este número se materialice, ya que las empresas chinas han dejado de comprar soya estadounidense después de un impuesto adicional del 25 por ciento. efecto el 6 de julio.
Una audiencia de la Cámara de Representantes de los EE. UU. El 19 de julio reflejó las preocupaciones de los agricultores y grupos de agronegocios sobre el escenario de una reducción de la participación de mercado en China. Después de que la temporada de la soja comience en octubre, el sector enfrentará un empeoramiento de la situación que presenta caídas en los precios, aumento de la presión exportadora y un largo ciclo de exportación.
Estados Unidos exporta aproximadamente la mitad de su producción anual de soja, alrededor de 100 millones de toneladas.
En un mercado chino ferozmente competitivo, los productores de soja de otros países ocuparán la cuota de mercado que pertenecía a los agricultores estadounidenses si las fricciones comerciales continúan empeorando, dijo Han.
Han citó comentarios del ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, de que el país sudamericano es capaz de duplicar el área cultivada de soja.
“Muchos países tienen la voluntad y la capacidad de reemplazar la presencia de Estados Unidos en el mercado agrícola chino. Si otros países se convierten en proveedores confiables de China, será difícil para Estados Unidos recuperar su posición”, dijo Han.
China es capaz de lidiar con el vacío dejado por la caída de las importaciones de soja de los Estados Unidos, dijo Han.
Con recursos limitados de tierras cultivables, es difícil para China garantizar el suministro suficiente de productos intensivos en tierra, incluida la soja, después de asegurar suficientes granos básicos como el arroz y el trigo. El país depende de los mercados globales para satisfacer su demanda de soya de 90 millones de toneladas cada año.
China ha realizado preparativos minuciosos para evitar los impactos en los precios domésticos de los alimentos, dijo Han, citando medidas de respuesta que incluyen buscar nuevas fuentes, reducir el uso de harina de soya en la alimentación animal, comprar sustitutos y aumentar la capacidad de producción nacional de soja.
A pesar de las fricciones comerciales, Han enfatizó que China promoverá la apertura del sector agrícola de una manera activa, estable y ordenada, con más importaciones de los mercados globales. “Es la política establecida de China para expandir activamente las importaciones agrícolas”.
China se ha convertido en el mayor importador de productos agrícolas en todo el mundo y la segunda nación comercializadora de productos agrícolas más grande. El país es el mayor comprador mundial de soja, azúcar y algodón.
De hecho, China y Estados Unidos son altamente complementarios en el comercio agrícola y la cooperación fortalecida en el área sería beneficiosa para la agricultura de ambas partes, dijo Han.
Con información de DEBATE.COM.MX
