El tándem solitario

    Por Gerardo Hernández González

    0
    770

    El antimoreirista Reyes Flores Hurtado se convirtió, de la noche a la mañana, en el político más solicitado de Coahuila. Y no es para menos, pues a partir del 1 de diciembre tendrá línea directa con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su tarea primordial, además de coordinar las delegaciones federales, consistirá en combatir la corrupción en un estado donde el gobierno de los hermanos Humberto y Rubén Moreira disparó la deuda bancaria de cero a más 40 mil millones de pesos —cuyo destino aún se ignora—, esfumó fondos de Pensiones y del Tribunal Superior de Justicia del Estado y desvió 410 millones de pesos a empresas fantasma, una de ellas (Riviera Álamo, S. A. de C. V.) relacionada con María Esther Monsiváis, exsecretaria de Infraestructura y pieza clave del entramado político y financiero del clan.

    Flores afrontó a los Moreira en su apogeo, como líder estatal del PAN, abogado del empresario Armando Guadiana y militante de Morena. Flores renunció al PAN y Guadiana previamente al PRI por las mismas causas: falta de democracia y secuestro de las siglas. En el primer caso por el grupo de Guillermo Anaya, y en el segundo, por los hermanos Moreira.

    Los liderazgos del PAN fueron comparsa del moreirato, y los priistas, lacayos y cómplices. En público decían defender el interés ciudadano, pero en privado negociaban privilegios. Guadiana y Reyes resistieron el acoso de los Moreira y se mantuvieron firmes con AMLO. No de balde su fórmula ganó la elección para el Senado. El escaño de primera minoría corresponderá a Verónica Martínez (PRI), una de las diputadas de los Moreira que legalizaron la deuda.

    Reyes tiene doctorado en huelgas de hambre. La primera la realizó cuando era presidente del PAN (2009), frente al Palacio de Gobierno donde entonces despachaba Moreira I, por la anulación de las elecciones en Lamadrid (fraguada por Moreira II) para despojar de la alcaldía a Rosalinda Andrade. El siguiente ayuno lo realizó en el Zócalo de Ciudad de México (2012), como integrante de Claridad y Participación Ciudadana (asociación creada por Guadiana para exigir la investigación y el enjuiciamiento de los responsables de la megadeuda) “contra el fraude electoral del PRI y de Peña Nieto”. Reyes demandaba eliminar el secreto bancario para detectar el origen de los gastos de campaña y una reforma para establecer la segunda vuelta en elecciones presidenciales. [Con AMLO no hubiera sido necesaria, pues obtuvo casi el 53% de los votos (Peña ganó con el 38.2%)].

    El 24 de julio —13 días después de haber iniciado la abstinencia de alimentos frente al Palacio Nacional—, se le dio por muerto. El diario Milenio Laguna publicó en Twitter: “[ÚLTIMA HORA] Fallece Reyes Flores, quien mantenía una huelga de hambre en el DF para esclarecer el tema de la deuda. #Saltillo”. El PAN dio un mentís a través de la misma red social: “Desmentimos la muerte de nuestro exdirigente estatal, Reyes Flores Hurtado se encuentra bien de salud y en pie de lucha. #Coahuila”.

    El tercer ayuno, ya como activista de Morena, lo realizó en noviembre pasado frente al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por “los fraudes” en las elecciones para gobernador en Coahuila y Estado de México. “(Son heridas a la democracia mexicana que aún sangran (…) si no las limpiamos hasta sanar, estarán poniendo en peligro el futuro democrático de la nación”. Días más tarde, el TEPJF validó el triunfo de Miguel Riquelme; antes había confirmado el de Alfredo del Mazo.

    Comentarios de Facebook